miércoles, 29 de octubre de 2008

ANIMO POL

Ayer Pol me llamo para comunicarme el día de su operación del cruzado de la rodilla, el próximo martes día 4 , nada aprovecho para darle ánimos a el y a su familia para que pasen este pequeño mal trago, se que es su primera operación y es una putada.
Como entrenador no he podido disfrutar de su juego, ya que no ha debutado en la liga, su lesión se produjo en el primer partido de la Pretemporada ante el Barça, pero en el mes y medio que estuvo con nosotros a finales de Mayo y en el mes de Junio demostró su compromiso con nosotros ( el club ) y lo buen futbolista y gran persona que es, recuerdo el primer día que lo vimos, probando una gran cantidad de jugadores en ese campo indescriptible como el del Polígono, recuerdo que apenas diez minutos del partidillo que montamos, Raúl en una punta y yo en la otra, hubo un momento que nos miramos y vamos creo que los dos pensamos lo mismo tenemos a uno que jugara titular, habíamos encontrado a nuestro Vega, le explicamos a grandes rasgos nuestro proyecto y rápidamente se implico.
Ahora con la lesión sigue vinculado al equipo, se sigue preocupando de nuestra situación, viene a vernos y cuando no lo hace, llama una vez acabado el partido como esta semana, he hablado varias veces con el de como ve al equipo, y esta preocupado como todos nosotros pero sigue viendo un ápice de luz, es optimista, apoya a sus compañeros a muerte.
Desde aquí Pol decirte, aunque ya lo sabes, que tienes al Club, a tus compañeros, a Raúl, y a mi para lo que necesites, para todas las dudas que tengas y para hablar de fútbol, que se que te mueres por jugar, nada paciencia y sobre todo sigue las pautas que te vayan marcando.
UN FUERTE ABRAZO CRACK.

EL GOL Y LA MEMORIA (1/2)


Extracto del artículo publicado en la revista literaria Mercurio, Junio 2002


Los mundiales. Quimeras babilónicas que se repiten, como mucho, tres veces por década. Con tanta espera, es más fácil soñar. Y me atrevería a afirmar que, en Argentina, los mundiales son otra cosa. Un acontecimiento que tiene menos que ver con el fútbol que con otras cosas como el pisoteado orgullo nacional, las ansias de venganza histórica o la distracción política. En España no es tan corriente encontrar a un aficionado cuyo sueño consista en golear a Inglaterra en revancha por el desastre de la Armada Invencible, o que aguarde impaciente el partido en el que darle un baño al imperio alemán, pongamos por caso. Si a eso añadimos que, por el momento, para los españoles las finales mundialistas no son más que esos partidos internacionales que se siguen sin demasiado ardor por la televisión, se comprende la diferencia de dimensión entre las selecciones de un país y otro. En Argentina, desgraciadamente, las proezas en el césped han servido en más de una ocasión para cubrir el ruido de las torturas en los sótanos.

Ése fue mi primer mundial, aunque ya no me acuerde: Argentina 78. Nuestra selección era fantástica como nunca y, probablemente, no mereció ganar. Pero Videla necesitaba un gol urgente para su genocidio, aunque fuese en fuera de juego y contra cualquier reglamento. El pueblo argentino se echó entonces a la calle, a celebrar que pronto no habría nada que celebrar, excepto funerales sin cadáveres. Por eso fue, quizá, tan simbólico el título conquistado ocho años después, en México 86. La sensación de la gente era, más o menos, que después de las Malvinas (Mundial 82) y del horror habían llegado la paz, la democracia y Maradona. Sus goles contra Inglaterra habían tenido lugar, incluso, en el orden exacto: primero se había burlado de la prepotente estatura de Shilton, el portero inglés, estirando el antebrazo en la cima del salto; y después, por si quedaban dudas, le había demostrado al ejército defensivo inglés de qué color era la bandera del talento. Qué útiles, en el campo y fuera de él, que son los enemigos: como escribió Eduardo Galeano sobre los árbitros en El fútbol a sol y sombra, cuanto más se odian, más se necesitan. Por eso Maradona, además de un imposible cuento fantástico en diez segundos, con aquel gol zigzagueante acababa de escribir, sin saberlo, el nuevo Martín Fierro. Todo un poema épico que, además de ser relatado hasta la saciedad en las calles, venía a terminar de dibujar el espejismo de la reconstrucción.

Me recuerdo, tras el mundial de México, hojeando la prensa en busca de reportajes sobre la selección. Y recuerdo también aquellas fotos de aquel anciano que, con el tiempo, se me iría también divinizando. Aquel anciano cuyo rostro, entonces, no reconocí del todo. Las noticias alternaban fútbol y literatura. El mes de agosto de 1986 iba entibiándose. Maradona acababa de levantar la copa, y Borges acababa de agachar la cabeza. Por aquel entonces, leía yo novelas de aventuras, de misterio o de terror. Dentro del colegio -donde no había alumnas- buscaba una amiga en la pelota. Fuera de él, pasaba muchas horas en los potreros emulando al dios Diego o, más modestamente, al Chino Tapia. Son muchos los domingos que recuerdo parecidos a aquel cuento de Roberto Fontanarrosa, ése en el que decenas de personajes sólo atienden a una cosa, el balón, para finalmente contemplar cómo su día se pincha en una rama o se pierde detrás de algún coche.

Andrés Neuman, escritor argentino

PERDIERON UNA OPORTUNIDAD

Voy a simplificar a grandes rasgos algo que ayer comente en el vestuario y que se puede saber, ya me entendéis normalmente lo que se cocina dentro de un vestuario se come allí, pero esto se puede saber.
Aparte de echarles un poco en cara algo que durante toda la semana estuve inculcando que es que el partido no lo quería vender ( ante el Barça ), que si lo vendíamos que lo pagaran caro, que no fuera tan fácil, que no estábamos en disposición de regalar nada e intentar inculcarles ese compromiso por sufrir, nada de esto ocurrió ya se vio, no quisimos jugar el partido es mas estábamos deseando que acabara, jugar allí parece ser un suplicio en vez de ser un orgullo el poder enfrentarnos a este tipo de equipos, por que para eso y con todos los respetos juego contra equipos de 2ª o 1ª, de menor nivel, nos pasamos toda la semana vendiendo optimismo de que con la aptitud y el espíritu del día de Badalona, podíamos ponerles por lo menos el miedo en el cuerpo y sobre todo aprovechando las bajas de ellos.
Bueno a lo que iba, porque perdieron una oportunidad?, perdieron una oportunidad de darse a conocer en el mejor escaparate posible , ayer les hice entender lo que la palabra FUTBOLISTA abarca, disciplina, compromiso, amar a este deporte, compañerismo , afán de superación, entre otras aptitudes, ya se da por dada la calidad técnica-táctica del individuo, y donde mejor mostrarse todo aquel que quiere continuar en este deporte, que quiere mejorar, que quiere avanzar, que jugar ante estos equipos, donde hay gente muy importante viéndonos, desde luego que jugando contra equipos de 2ª no nos irán a vernos pero este era el mejor escenario, y porque digo esto? el año pasado nos siguieron varios equipos, R. Madrid, Barça, equipos extranjeros viendo a rivales nuestros, los mejores equipos de Catalunya, dada la gran temporada que hicimos, y nos consta que este año ya el día de Badalona fueron a vernos gente de aquí que trabaja para algún equipo muy puntero de España, y que este Domingo hicieron venir de lejos a alguien para seguir a dos jugadores nuestros, yo personalmente flipaba y me sentía muy orgulloso, por ellos, pero mucho, de que el tema pueda fructificar, porque para eso el Club y sobre todo yo trabajo para que el día de mañana estos chavales puedan llegar, yo ya les dije que si por mi fuera nunca me movería de donde estoy,( aunque al paso que voy ) porque estoy en el mejor sitio que dentro de mis pretensiones puedo llegar, dada mi edad y mi situación, a uno siempre le llegan cosillas y mas cuando consigues que la cosa vaya bien, pero es aquí donde mejor me han tratado y eso es lo que intento darles a entender a ellos, que esta entidad no se merece que vayamos regalando nada, pero ellos ?, deben esforzarse por intentar avanzar para ir a un grande,dando ejemplo de verdaderos futbolistas, nosotros somos un equipo ya no pequeño, ni debemos mirarlo así, e intentamos que sea lo mas próximo a los grandes de aquí, somos una entidad mediana que va cada día avanzando, pero la entidad se siente orgullosa que equipos muy punteros se fijen en los nuestros, eso dice mucho de como se esta trabajando aquí, y eso es lo que les hice ver ayer a los chavales, que no se debe regalar nada en esta vida, que hay que aprovechar las oportunidades y esforzarse por ellas, y que no hay que dejar tirado al club, que quiere crecer, que estamos defendiendo una camiseta y defendiendo muchas ilusiones como para ir regalando partidos, y eso sirve para el día del Barça y para el próximo día, todos los dias son importantes y así es como debemos afrontarlos.
Estoy seguro que como el Ave fénix si somos capaces de renacer de nuestras cenizas estos chavales tendrán mas oportunidades, pero hay que trabajarselas y este Sábado es una muy buena muestra de ello, no saben la envidia que tengo de ellos, si yo hubiera podido estar en su situación aunque solo hubiera sido una vez.... Dios no saben lo que tienen entre las manos y lo están dejando escapar y desaprovechar, vivir de algo que realmente les gusta, hay que madurar.

martes, 28 de octubre de 2008

PEQUEÑA TEORÍA DE UN GOL (2 y final)

Pues bien, hacer un gol no supone adquirir el billete para el cielo, pues con el gol no se acaba el partido. Un equipo puede lograr un tanto, pero en seguida ser goleado por el equipo adversario. Cuánta razón tenía Cruyff cuando señalaba en sus tiempos de entrenador del F. C. Barcelona que el fútbol es un deporte en el que gana el que marca un gol más que el contrario. Por eso nos gustan tanto los partidos que terminan 4-3, 5-2, 3-1, aunque otro entrenador, Ángel Cappa, rizando un poco el rizo, dijera en una ocasión que el partido ideal tendría que acabar en empate a cero.
Lo cierto es que los goles son la salsa del fútbol, pero también es verdad que una millonada de tantos no asegura un buen partido de fútbol. De ahí la opinión de Cappa, que fue ayudante de Valdano en el gran Tenerife de mediados de los 90. Es verdad que algunos partidos de pocos goles han podido ser un partido emocionante. Pero esto es porque además del buen juego hubo ocasiones de marcar: sin estos momentos previos al gol, que las jugadas elaboran buscando la portería contraria, no puede haber nada bonito en el fútbol. Después, si hay suerte y la pelota entra, se produce el éxtasis, pero como éste siempre suele estar acompañado de ciertos sentimientos de venganza o resquemor hacia el adversario conviene no dejarse cegar por el objetivo. Por eso, el gol más fantástico y que más han querido emular todos los jugadores de fútbol fue un gol que no fue gol: un disparo que se inventó Pelé un día soleado del Mundial de México 70 desde el centro del campo en un partido contra Uruguay, y que no entró en las redes de la portería ajena por muy poco.
Aunque aquel balón no se coló en las redes, todo el grito victorioso del ¡gol! está en ese gesto y en esa pelota que vuela hacia el cielo y cae. Los antiguos griegos se referían a la ocasión propicia para aprovechar los goces de la vida con el nombre de kairós. No quiero ser falsamente bonachón y decir que lo que cuenta es la intención y no el resultado. No, el resultado importa y mucho, pero más que el resultado lo que de verdad importa es la manera como se consigue, que por lo demás suele favorecer a la corta y a la larga los buenos resultados. Esa bonita y eficaz manera de aprovecharse del kairós es lo que enseñan las jugadas que pueden no acabar en gol, como aquella inolvidable de Pelé, pero que señalan el camino ideal para hacer goles que no sólo signifiquen el triunfo personal de un jugador sino que a la vez sirvan como homenaje victorioso al juego que se practica.
El gol que Zinedine Zidane marcó el 15 de mayo en Glasgow al Bayern Leverkusen (Vila-Matas, a pesar de ser culé, estará de acuerdo conmigo en que estas zetas mágicamente árabes emparentan al jugador francés, en más de un sentido, con aquella hermosa Sherezade que para no morir se pasó contando historias durante mil y una noches) fue un gol de esta clase. No sólo supuso a la postre el triunfo del Real Madrid sino que por añadidura supuso la victoria de la belleza futbolística, tantas veces ausente de los rectángulos de juego, y que en día como éstos, ¡en una Final de la Copa de Europa, además! nos devuelve a quienes empezamos a disfrutar del fútbol siendo pequeños aquella emoción infantil e infinita que todos hemos tenido que abandonar de alguna forma al hacernos mayores.
Esa emoción infinitamente alegre, casi loca, incondicional y estruendosamente jubilosa es la emoción vital del gol, del fútbol, de la vida vivida a través de los verdes campos de césped de los estadios donde se juega al balompié. Cuando Zidane empalmó, con su bella zamarra blanca y su elegante giro corporal, el balón que Roberto Carlos había bombeado al área, no pensé nada. Quizás inconscientemente di ese balón por perdido; tal vez en la tercera gradería, entre miles de aficionados, lo podrían encontrar al final del partido. Pero no, ese balón dibujó una volea fulminante y entró como una exhalación en la escuadra derecha de la portería alemana. Fue un gol hermoso y decisivo. Inesperado, liberador, irrepetible.
Mientras celebraba la jugada que acababa de presenciar, Zidane empezó a correr hacia el público como al galope humano. Y mientras en televisión, sólo en televisión, repetían el gol, tuve que restregarme los ojos. Cuánto hacía que no veíamos un gol soñado. Cuánto tiempo llevábamos esperando poder decir: ¡Qué bonito!
Ximo Brotons es profesor de filosofía

domingo, 26 de octubre de 2008

DORMIDOS

Otro domingo que salimos escaldados, esta claro que no se nos da nada bien jugar por la mañana, y teniendo en cuenta que había una hora mas para descansar o eso creo!!.
Desde luego que no debe servir como excusa y mas ante el Barça,(por cierto con algún que otro cadete ) y sobre todo con mucha gente suplente, pero no hemos estado a la altura en ningún momento, el viernes tuvimos una reunión ante del comenzar el entrenamiento, de un poco mas de una hora, sobre todo para hacer hincapié a los chavales que no estamos en posición de regalar nada, que si, que no es nuestra liga ni nuestro rival el Barça, pero que si nos ganan sea por méritos muy propios de ellos no por deméritos nuestro y sobre todo hacerles sudar la gota gorda, ponerles nerviosos, apretarles y ser duros y contundentes en nuestras acciones, se les marco como jugaban el rival, por donde nos harían daño, que había que evitar y como salir con balón, bueno creo que si los chavales son sinceros ...., es cierto que es otro nivel y se pueden poner mil y una excusas, y desde luego el ENTRENADOR SE PUEDE EQUIVOCAR, POR SUPUESTO Y EL PRIMERO, es mas me he equivocado en este partido un montón, seguro, pero hay cosas que se ven y no deben repetirse mas, cuando jugamos ante un rival que pensamos que les podemos, jugamos hasta que encajamos un gol luego ya lo damos como perdido, y se acabo y cuando jugamos ante un rival que sabemos que apriori es superior es que ni jugamos, UNA COSA ES NO COMPLICARSE ATRÁS Y OTRA ES QUE NOS QUEME EL BALÓN DE LOS PIES, UNA COSA ES JUGAR MAS FÁCIL Y OTRA ES NO JUGAR O POR LO MENOS NO INTENTARLO, no voy a criticar a los chavales es mas hay que olvidar esto YA, porque la semana que viene empieza la que debería ser nuestra liga, y si se hacen las cosas con ganas y COMPROMISO estos cinco partidos deberían sacarnos mas o menos del pozo, PERO PARA ESO DEBE HABER COMPROMISO y suerte en las lesiones, ES UNA LACRA LO QUE ESTAMOS SUFRIENDO CON ESTE TEMA, otro par de ellos que caen y uno con una lesión mas o menos grave, del tema arbitral pues no hablare, hoy hemos sufrido todo el cuerpo técnico antes y durante el partido bastantes humillaciones, y los jugadores dentro del campo mucha mierda pero es lo que hay... joderse.
Apretar los dientes, quejarse menos, y trabajar mas que mañana sera otro día en el INFIERNO.

viernes, 24 de octubre de 2008

CAÍDO DEL CIELO



Cuando muchos lo han dado por acabado él ha vuelto para recordar que ha sido el mejor de la década. Yo lo descubrí una tarde de diciembre de 1995, marcó un maravilloso gol en Heliópolis, casi desde la mitad de la cancha, se jugaba una eliminatoria de la Copa UEFA entre el Betis y el Girondins. Luego vinieron los éxitos con la Selección de Francia, Campeón de Mundo 1998 y Campeón de Europa 2000. El estandarte de un equipo multirracial que provocó con su triunfo la manifestación de júbilo más grande que se recuerda en las calles de París desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces no hubo dudas, él era el número uno. Posiblemente el jugador con más elegancia y plasticidad, un auténtico placer verlo jugar. Hoy cuelgo un gran artículo de Javier Marías donde simplemente se relata la historia de un gol. El gol de Zinedine Zidane, el gol de la novena Copa de Europa del Real Madrid.
Entre los goles admirables, los hay buenos, los hay grandes, los hay maravillosos y los hay sobrenaturales. Estos últimos siempre tienen algo, o mucho, de azaroso, de improvisado, de inesperado. Nunca será de esta categoría uno a balón parado. Tampoco los habrá así cuando sean intencionados, es decir, cuando la jugada vaya encaminada a buscar el gol desde su inicio o, digamos, cuando a más de un jugador, de los que intervienen en ella, se le pase por la cabeza que puede acabar en la red su toque o su pared o su pase. Los goles sobrenaturales tienen algo de gratuito, de impensable, de regalo. No en el sentido bajo en que se habla de un regalo del equipo rival, de un fallo o una pifia suya, sino en otro más noble de la palabra: tienen algo de regalo caído del cielo.
El gol de Zidane fue maravilloso porque tuvo lugar en una final de la Copa de Europa, porque fue el de la victoria a la postre, porque encerró dificultad y belleza enormes, porque lo metió un astro y no un secundario. Pero no habría sido sobrenatural, con todo, de no haber sido inesperado para todo el mundo, incluido Zidane hasta casi el último instante. El Madrid sacó un fuera de juego en su campo. Desde ese saque hasta la volea final (incluidos ambos) hubo catorce toques de madridistas, la mayoría destinados a conservar el balón, del que habían disfrutado poco durante la primera parte que ya concluía. Los locutores de televisión españoles hablaban de sus cosas, no atendían a esa circulación de la pelota, no la narraban. Míchel (más entendido y listo que su soporífero compañero, siempre en Babia) se fijó en un pase de Solari. 'Muy bueno', comentó distraído. Ese pase era el primero intencionado, pero no hacia el gol, sino hacia la profundidad tan sólo. Corrió Roberto Carlos, pilló el balón con apuros, lo impulsó sin pararlo hacia el centro del área, a ver qué salía, casi de espaldas, más preocupado por no perderlo ante el defensa que lo encimaba que por entregárselo en condiciones a nadie. Su toque volvió a no ser intencionado. El balón subió mucho, un globo, un despeje atacante casi. A nadie se le ocurrió todavía que eso pudiera acabar en gol. No al portero ni a los defensas del Leverkusen, a los que no dio tiempo a alarmarse. Pero tampoco a Roberto Carlos, ni a Zidane siquiera. Éste no buscó el balón, como se ha dicho, ni fue a colocarse donde previó que iba a caer. No, rondaba por el borde del área, y mientras el despeje-globo subió y subió, muy alto, aún no tuvo en su mente la idea del gol. ¿Cuándo le vino? ¿Cuándo se hizo aquello por fin intencionado? Exactamente cuando el balón dejó de elevarse y no empezó a caer todavía. Fue entonces cuando Zidane, que sabe de gravedad y ligereza, entendió que ya no haría más recorrido en el aire que el vertical hacia abajo. Y vio que caería justo donde él estaba. Sólo entonces se le ocurrió, sólo entonces lo decidió, si es que este último verbo puede aplicarse a lo que jamás fue meditado. Ni por los jugadores alemanes ni por los madridistas. Sólo entonces Zidane comprendió la naturaleza azarosa, improvisada, inesperada de aquel balón: era sobrenatural, un regalo caído del cielo. El resto lo puso él. Él parece también a veces caído del cielo. Por eso supo reconocerlo, y hacerlo carne, y luego verbo.
Javier Marías es escritor

jueves, 23 de octubre de 2008

PEQUEÑA TEORÍA DE UN GOL (1/2)


En la breve historia del deporte del balompié ha habido goles hermosos, goles audaces, goles aparentemente imposibles, goles de rebote, goles con la cabeza, con la espuela, de tacón. Recuerdo el inolvidable gol que Pelé fabricó en la final del Mundial de 1958, cuando tenía 17 años: recibió el balón en el borde del área, de espaldas a la portería, y tras hacerle lo que en la jerga futbolística llamamos un sombrero (pasarle el balón por encima del contrincante) al defensor que lo encimaba, remató de volea al fondo de la red. Está también el largo y caluroso gol de Maradona contra Inglaterra en el Mundial de 1986. Tras sortear a la carrera a varios jugadores desde el centro del campo el controvertido astro argentino se adentra en el área y encogido por la presión de tres defensores cruza la pelota al palo contrario de la portería.

De la cantidad innumerable de goles que habremos visto los que disfrutamos del fútbol, estos goles espectaculares justifican en más de un sentido nuestra afición. Aquí espectacular equivale a monstruoso, a lo que se muestra y a lo que hay que ver: estos goles son los que nos sirven para decirles a quienes sólo ven vulgaridad y tedio en el juego del balompié que también en el césped futbolístico puede lograrse la belleza y la más noble emoción vital.

En la final de la Copa de Europa de este año que enfrentaba al Real Madrid contra el Bayern Leverkusen, celebrada en Glasgow el 15 de mayo con toda la incertidumbre y pasión propias de tan dichoso evento, aconteció uno de estos goles de los que alimentan nuestro no demasiadas veces correspondido amor por el buen fútbol. Su autor fue el mejor jugador actual del mundo, el francés de origen argelino Zinedine Zidane, y sobre los gloriosos segundos del antes y del después del hermoso momento que marcó ese gol fabuloso quisiera ofrecer una breve reflexión.

Empezaré describiendo la jugada que a la postre supuso el noveno triunfo del Real Madrid en la Copa de Europa. En un artículo publicado en El País, Javier Marías ha señalado que ese gol de Zidane pertenece a la categoría de lo sobrenatural, porque la jugada que lo inició no tenía la intención de llegar a portería y traspasar la meta contraria, sino que a través de cierto arrojo y cierto ímpetu la pelota fue aproximándose poco a poco hacia la portería alemana hasta que finalmente, como caído del cielo, Zidane pilló el balón rebotado en el borde izquierdo del área y con la semivolea más limpia y eficazmente hermosa que yo he presenciado jamás coló la pelota en la red. Como escribe Marías, fue un gol nacido del azar, algo improvisado, completamente inesperado, pero por todo eso mucho más conmovedor aún. Allí donde la suerte y la voluntad se juntan, decía el filósofo francés Georges Bataille, nace el amor que supera la angustia de la muerte. Tal encuentro amoroso y fugaz fue el que se produjo en el gol de Zidane, cuando éste impacta con su pie izquierdo el balón áereo que había salido rebotado, y lo manda haciendo una parábola casi mágica al jubiloso fondo de la red.

Ese partido lo ganó el Madrid 2-1, emulando en la victoria al legendario Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento, encumbrado precisamente en el vetusto Hampden Park de Glasgow en 1960, al vencer por 7-3 al Eintracht de Frankfurt. El rey de reyes había vuelto a triunfar.

Considero que el Gran Partido de Fútbol, el partido que mejor transmite ese ánimo y esa atmósfera, es la Final de la Copa de Europa. No creo que ni siquiera la final de un Mundial se le pueda igualar: ahí hay todavía demasiado patrioterismo en juego como para que la alegría del fútbol pueda explotar con todo su esplendor. Desde luego ha habido equipos excepcionales, el Brasil del 58, del 70 y del 82, la Holanda del 74, la Francia del 84 y del 98, la Argentina del 86, la Hungría del 54, etcétera. Pero yo me quedo con la promiscuidad cosmopolita de los clubes, que representan la pluralidad de una ciudad y no la homogeneidad de una nación.

La atmósfera de una final de Copa de Europa no tiene parangón, pues de algún modo viene a resumir y a encumbrar en un solo día y en un único partido al mejor equipo del año. Antes de empezar cada final europea recuerdo un poema de Keats en el que el joven poeta inglés declama algo así: ¡Oh tú, que has sentido el frío aire del invierno en tus mejillas, para ti la primavera florecerá y será tiempo de cosecha! No otra cosa distinta promete la liga invernal de fútbol que desemboca el tercer miércoles de mayo de todos los años en la gran finalísima de la Copa de Europa. El fútbol, pues, no es sólo un deporte. Es también, como dicen los ingleses, un romance, una historia de amor. Cada año empieza prometiendo leyendas y gloria, aunque en muchas ocasiones los partidos acaben enfriándose y tratemos de olvidar lo sucedido lo más rápidamente posible.

Pero si yo busco todos los años la prueba de mi amor por el fútbol en el partido ideal de la Final de la Copa de Europa, ¿qué buscamos cuando queremos marcar o celebrar un gol? O dicho con más sencillez: ¿qué es un gol? Un gol simboliza el triunfo de la vida sobre la muerte. Hay un cuento de Javier Marías en que se describe muy bien el simbolismo que marca la línea de gol. Ese límite que separa la victoria de la derrota, el triunfo de la decepción y, metafóricamente, la vida de la muerte, compendia toda la emoción del balompié. Bertrand Russell señala que la competición no desmiente la nobleza del juego cuando se establece un cierto respeto por el contrario. Creo que esta nobleza es la que le hizo decir a Camus que las lecciones de moral más importantes de la vida las había aprendido jugando al fútbol. Tal es el valor que los antiguos griegos atribuían a sus héroes caídos en desgracia: “No es un perdedor el que muere, sino un posible vencedor”.

Ximo Brotons profesor de filosofía

miércoles, 22 de octubre de 2008

FÚTBOL Y ROCK, ADRENALINA COMPARTIDA (2/2)

Elton John tal vez se haya visto influido por sus antecedentes familiares. Su padre y su primo fueron jugadores profesionales. Él mismo logró, como presidente y accionista mayoritario del club Watford, ascenderlo de la tercera a la primera división inglesa. Algo parecido al mecenazgo habitual de Rod Stewart con los clubes y la selección escocesa, aunque en su caso había pasado antes por las filas del Bredfort como jugador profesional e incluso había hecho una prueba en sus años de adolescencia para jugar en el Barça.
Otros no invierten tanto, pero, por ejemplo, Robert Plant es socio vitalicio del Wolves, aunque llegó a entrenar con el Wolverhampton Wanderers, y a Elvis Costello le comunican los resultados del Liverpool entre bastidores, cuando su concierto coincide con algún partido. Los Housemartins solían clasificar sus conciertos con lenguaje futbolístico (un 2-0 o un 1-3) y titularon su primer disco con un expresivo London 0-Hull 4 -Hull era el lugar del que venían-.
Colourfield hacían coincidir sus conciertos con las ciudades en las que jugaba el Manchester United, del que también son seguidores buena parte de los grupos de la ciudad, aunque Oasis, se decanten por el Manchester City. Joe Elliot, vocalista de Deff Leppard, vuela con su padre desde Dublín cada vez que juega el Sheffield y su afición le cuesta un pastón.
El ejemplo más patriotero, por difícil que parezca, lo puso Billy Bragg, quien en la portada de uno de sus singles reprodujo la Copa del Mundo ganada por Inglaterra en 1966. A Wedding Present no se les ocurrió mejor idea para homenajear a su ídolo George Best que colocarlo como portada y título de su disco de debut
Más de un jugador sintió la llamada del mundo del rock y, además de correr por el terreno de juego, también pisaron los estudios de grabación. Kevin Keegan, una de las mayores leyendas del fútbol mundial, tuvo un éxito en 1979 cantando “Hands Over Heels In Love”. El simpático guardameta Peter Shilton probó suerte con “Side By Side” y Paul Gascoine, más conocido como Gazza, con “Fog On The Tyne”. Y la plantilla entera del Liverpool puso sus voces en “You’ll Never Walk Alone” del disco Meddle de Pink Floyd.
Menos fortuna tuvo Maradona colaborando con el dúo Pimpinela, tal vez despistado por los alucinógenos, aunque más tarde tuvo ocasión de resarcirse junto a Andrés Calamaro y con la canción que le dedicaron Mano Negra. Rud Gullit, capitán de la selección holandesa, conocido por sus tirabuzones, tenía su propia banda de reggae. El cáncer que mató a Bob Marley vino provocado por una herida mal curada que se hizo jugando al fútbol, su mayor afición.
Otros, sin embargo, comenzaron como jugadores y tuvieron que dejarlo, bien por su manifiesta incapacidad o por tener mayor fortuna en el mundo del pop. Tal es el caso ya citado de Rod Stewart, Gaz (Happy Mondays, jugador del Manchester City), Mick Hucknall (Simply Red, jugador del Manchester United), David Essex (jugador en el Colchester United) o Steve Harris (Iron Maiden, jugador en el Halifax Town).
Iniciativas autónomas mantienen la relación viva. Así, el Mariscal Romero se inventó un buen día la revista Music & Gol, la única en el mundo dedicada al fútbol, el rock y... ¡las tías en ropa interior! Hace unos años el diario Marca, entre reportajes en los que Caminero y Rosendo se profesaban admiración mutua, tuvo tiempo para preparar una recopilación titulada Fantástico Marca. Y por si no tuviéramos suficiente, sólo queda recordar que nuestro internacional Julio Iglesias fue, en su día, guardameta del Real Madrid.
De todos, Gabinete Caligari fueron los que mejor recogieron en una canción el mundo del balompié en la “Canción del pollino”: “Nosotros somos gente normal / hasta que llega el domingo... Pensad que seríamos bastantes / como para hacer la revolución... Somos de los que no saben, no contestan / con excepción del uno-equis-dos / somos los que no tienen biblioteca / y somos más de un millón / bastantes más de un millón”.
por Xavier Valiño

martes, 21 de octubre de 2008

EL INGENIERO


Es así como se le conoce a Manuel Pellegrini, entrenador que sigo desde hace unos años y que ahora poco a poco se le va reconociendo todo el trabajo que lleva al frente del Villarreal.
Entrenador metódico aporta a los equipos que entrena una forma de jugar vistosa y a la vez practica, humilde en sus declaraciones, no esta en prensa constantemente, y es de los entrenadores que mas tiempo lleva aguantando un equipo en la liga española algo difícil, no se le da el bombo que se la da a otros entrenadores el tampoco lo busca.
Trabaja el fútbol base del Villarreal, la prueba es que desde que esta el es uno de los mejores de España, de la cual a salido varios jugadores que ya son repartidos en varios equipos de la liga española.
Como entrenador a conseguido La Copa de Chile con el Universidad Católica en el 95, La serie A con la Liga Universitaria de Ecuador en el 99, el Clausura del 2001 con San Lorenzo, y el Clausura del 2003 con River,la Copa Interamericana con el Universidad de Católica de Chile en el 94, la Copa Mercosur con San Lorenzo 2001, y la Intertoto con el Villarreal 2004, ha sido seleccionador chileno sub 20.
También consiguió que el Villarreal jugara unas semifinales de la Champions en el 2006, y para mi lo mas importante es que siempre ha mantenido al equipo en zonas altas de la clasificación.
Pondré unos cortes de una entrevista que he leído de el ultimamente y dice cosas como estas, quizás alguno les recuerde a algo.
El Villarreal es, en estos momentos un equipo que sabe a lo que juega.Yo siempre les digo a los jugadores que.. tiene que haber una manera de jugar, por encima de todo tiene que haber esa manera de jugar donde alguien tiene que mandar y otros ejecuta. Hoy en día este es un Villarreal comprometido con su juego y ese compromiso se basa en un muy buen trato al balón, mucha concentración e intensidad.
Somos junto con el Barça, el equipo mas entretenido de ver.
Los técnicos no somos responsables de todo, pero siempre somos culpables.
Soy dictador!! pero democrático, un dictador que escucha todo lo que se me dice pero puteo, es muy difícil mantenerse en el puesto y si me echan que sea porque me equivoque yo, no el de al lado, si empiezas a ser permisivo, la autoridad se termina; pero soy un dictador que da mucha libertad al jugador.
Esto ultimo también va en referencia al problema que tuvo con Riquelme.
Bueno supongo que este entrenador culto, serio y que ha recibido el premio Miguel Muñoz al mejor entrenador de la pasada campaña, nos seguirá dando lecciones de fútbol con el Villarreal y quien sabe si quizás en un grande en poco tiempo.

lunes, 20 de octubre de 2008

ORGULLOSO.... Y MUY JODIDO

Esa es la mezcla de sensaciones que este fin de semana estoy dijeriendo, muy orgulloso de la aptitud del equipo, del juego que este sábado hicimos, el mejor partido con diferencia, estuvieron concentrados, agresivos, defendiendo, atacando, jugando fácil y en algunas ocasiones rayando la perfección en todas sus acciones,y sobre todo en lo que mejoro de manera mas clara fue en el ORDEN, todos los jugadores tenían muy claro lo que debían de hacer dentro del campo y lo pusieron en practica así de simple, todo esto mas el echo de no arriesgar con ninguna acción de esas que solemos hacer, pues así salio el partido, la verdad es que es para estar muy orgulloso del trabajo de los chavales, desde luego que el sábado jugo un autentico EQUIPO DE NACIONAL, pero ha este equipo le falta algo, SUERTE, no soy muy dado a echar mano de estas cosas pero es así, un tiro entre los tres palos y gol, faltando 15 minutos y aun así tuvimos otras dos muy claras, estoy seguro que si no estuviéramos en la situación en la que estamos este partido no se hubiera ido, y desde luego esos diez puntos que en la actualidad el rival nos saca en el campo no se vieron ni por asomo, estamos a cinco - seis puntos de la salvación y la semana que viene ante el Barça, e iremos con algunas bajas respecto al otro día, por lo tanto habrá que preparar otro equipo, pero con la misma filosofía de juego, lo mas importante es que hemos encontrado la forma de juego y empezamos a tener una identidad y ahora hay que ir la poniendo en practica, lo positivo es que el primer día de ponerla independientemente del resultado en el campo funciono a la perfección, los jugadores hicieron al dedillo exactamente lo que se les pidió, yo diría que al 100 por 100, todo este cambio muy responsable de ello, es la otra parte del tándem, que hablando y hablando me hizo entender que se acabo, se acabo ya de querer jugar a fútbol, ahora jugaremos al fútbol de los modestos, y junto al coordinador que hemos tenido esta semana una cantidad de horas de charla abismal, corroborando lo anterior, se planteo la idea de modificar nuestro juego, ha funcionado y ahora a pesar de la derrota no hay que dejar de morir en el empeño, es difícil, mucho, pero cosas peores se han visto, el equipo aparte de estar tocado de lesiones, cuando acabo el partido tenían la moral por los suelos, muchos me comentaron que si jugando de esa manera, creando numerosas ocasiones y no ganamos como debemos hacerlo?, pues continuando así, la diferencia con otros partidos a sido esa las ocasiones creadas, otras veces tres o cuatro y apurando esta vez fueron numerosas ante un equipo que hay que ver cuantas goles en contra lleva, es el equipo que menos ha encajado, por lo tanto, no todos los equipos tiene a ese portero, seamos positivos, estoy orgulloso de la casta que sacaron el otro día, no se le puede reprochar a ni un solo jugador ninguna mala acción, es que es alucinante como se perdió el partido lo he repasado mil veces y aun no me lo creo, pero... es la puta dinámica en la que estamos, hay tiempo, hay liga y vamos a por ello.
EL CLUB ESTA CON NOSOTROS, EL OTRO DÍA LOS APOYOS RECIBIDOS FUERON POR PARTE DE TODOS Y ESO ES POSITIVO, HAY QUE SEGUIR TRABAJANDO ESA ES LA CONSTANCIA POR PARTE DE ELLOS, y eso es lo que haremos.
Otra cosa que quiero comentar es el campo, un AMBIENTAZO, la verdad es que los PADRES un diez por ese apoyo a los chavales por la pancarta, un ambiente sano, y esa es la manera de que esto salga adelante, todos somos UNÍ, todos a una buscando lo que para nosotros seria mas que un titulo de liga LA PERMANENCIA, aun hay vida.
Y por ultimo dar las gracias al alud de mensajes que ex jugadores, amigos, jugadores actuales, gente que hasta me ha sorprendido, no se estoy hasta asombrado del apoyo que uno va recibiendo, GRACIAS DE TODO CORAZÓN ya sabéis lo difícil que es para mi esta situación y lo vivís conmigo y eso es una pasada, ES UN PEDAZO DE RETO y saldremos adelante, a mis ex de la Uni sois la rehostia.
BUENO TANDEM, HA SEGUIR POR ESA LINEA QUE GRAN PARTE DE CULPA HAS TRAZADO TU, SOLO NECESITABA UN EMPUJÓN PARA COGERLA Y EL OTRO DÍA ME LO DISTE, VAMOS A POR ELLO, Y OJITO EL DOMINGO, QUE PORQUE NO VAMOS A DARLE PAL PELO AL BARÇA?, mas que lo conozco yo no lo conoce nadie.

martes, 14 de octubre de 2008

TENGO LA CONFIANZA....

En estos días difícil para el equipo y para mi, ya que los resultados no son buenos, tengo la confianza.... de la entidad, el club ha depositado en mi toda la confianza para sacar esta crisis de resultados adelante, y eso me hace mas fuerte para afrontar estos próximos partidos.
Durante dos años el tándem día a día se ha ido ganando a base de buenos resultados la confianza de la Uni. pero era a base de buenos resultados y del trabajo, ahora puedo decir que aun habiendo trabajo pero sin resultados el club sigue apostando por nosotros, y eso les hace ser muy diferentes a los demás, hace que la gente que trabaja aquí se sienta a gusto y sienta la necesidad de dar mas de si a la hora de trabajar.
Y esto lo digo públicamente para todo aquel que lo lea se sienta identificado y para todo aquellos que pertenecemos a la Uni. de una manera u otra que demos algo mas que el club lo vale.
Donde por encima de los resultados prima el trabajo bien hecho, la constancia y sacrificio, yo estoy muy comprometido a este club, y lo saben y entiendo como entrenador que se me cuestione, y lo afronto y por eso sufro también por mi situación, según tengo entendido en el CAR sacan cada día tickets para haber quien le toca para ir a ofrecerse a llevar al equipo y JODE, pero cada día me van respaldando y me van dando apoyos dentro de la entidad y el echo que me respalden a mi, bueno al tándem lo hacen también al equipo, y es algo que debemos entender todos, aquí TODOS SOMOS UNO, y TODOS DEBEMOS TIRAR JUNTOS, sin personalizar, ni en las criticas ni en los alagos, y debemos entenderlo así, hay mucha gente trabajando duro para el equipo, las fisios que trabajan a deshoras por recuperar a los 10 lesionados y tocados que a día de hoy hay en el equipo, diez, al delegado que me aguanta ahora mas que nunca toda mi frustracción debía cobrar mas por hacer de psicólogo, el tándem, la gente del club que siempre esta hay, y por supuesto los jugadores que me consta que están sufriendo también, tengo comunicación con muchos de ellos diaria y tienen ganas locas de que esto cambie, por lo tanto todos lo que debemos hacer es sumar y no restar y dejarse de personalizar y apostar por la unión, el tándem seguirá kurrando y mas si cabe para que esto cambie y como he dicho TENGO LA CONFIANZA... de que esto saldrá adelante.

FÚTBOL Y ROCK, ADRENALINA COMPARTIDA (1/2)

Un concierto de rock y un partido de fútbol son los dos un espectáculo, o por lo menos deberían serlo. Eso depende de todo el chanchullo que hay alrededor: es un 5% de arte y un 95% de mierda”. Así resumía hace poco Manu Chao -aún siendo él fanático del Bilbao y el Marsella- una impresión bastante generalizada sobre el fútbol y el rock, dos mundos con mucho en común.
Evidentemente, la conexión entre el mundo del rock y el del fútbol es obvia: los más fanáticos son ahora los más jóvenes, esos que llenan los fondos sur de cada estadio. En gran parte, ellos son también los que ocupan las primeras filas de los conciertos en directo, y los músicos muchas veces no hacen más que imitar a sus seguidores
Tanto en uno como en el otro espectáculo, la adrenalina y las ansias tienden a liberarse, expresándose de forma similar. Con un héroe al fondo, alguien por quien darlo todo, bien sea un delantero centro o la última estrella del pop. Además, últimamente los futbolistas están convirtiéndose, muy a su pesar, en auténticas estrellas del mismo nivel que antes sucedía con las del rock, por lo menos a nivel internacional. Y si no que se lo pregunten a David Beckam, Raúl, Luis Figo...
Por ahora, en estas tierras aún andamos en pañales a la hora de escribir canciones para apoyar a las selecciones. Es cierto que cada equipo tiene un himno más o menos oficial y que muchos grupos se dedican a componer canciones o a tocar los himnos como parte de sus conciertos: así lo hacían ya en los 80 Glutamato Ye-Yé con el del Atlético de Madrid y Siniestro Total con el del Celta de Vigo.
Pero de ahí a pensar que grabaciones como la de Rosana en aquel bochornoso “Quiero estar contigo” junto a los componentes de la selección estatal española, media un abismo. Ni tan siquiera para eso la Federación Española de Fútbol tiene un mínimo de gusto, aunque en ello mucho tienen que decir los intereses de los sellos discográficos. ¡Si ni tan siquiera se les pide que busquen al grupo más creíble o más en la onda de lo que se hace en la actualidad, sino que sea un himno contagioso y fácilmente tarareable en los estadios y que todo el mundo recuerde por la calle!
En eso los británicos, reyes absolutos en las listas del pop de medio mundo e inventores del fútbol, llevan una ventaja de años luz. Aún no hace mucho que pusieron a un grupo de probada reputación, ganada a pulso durante dos décadas -Echo & The Bunnymen- para componer el himno de su selección, y por si dudaban de su capacidad de enganche pusieron a cantarlo a su líder, Ian McCulloch, al lado de las Spice Girls.
En otra ocasión The Lightning Seeds grabaron , junto a los futbolistas Frank Skinner y David Baddiel, lo que fue el himno oficial para la Eurocopa de Naciones del 96, “Three Lions”, que, cómo no, se mantuvo entonces en el número 1 durante las semanas que duró el torneo.
Primal Scream también grabaron para aquella Eurocopa, por pura diversión -lanzaron una edición limitada que se mantuvo en las tiendas una semana-, una magnífica canción titulada nada menos que “The Big Man And The Scream Meet The Barmy Army Uptown”, repleta de samplers y con la colaboración recitando de Irvine Welsh, el autor de Trainspotting.
Hasta entonces, todos coincidían en señalar “World In Motion”, grabada por New Order en 1990 para los mundiales de aquel año, y que contaba con la colaboración de la mayoría de los componentes de su selección, como el mejor himno futbolero grabado, convirtiéndose en un ejemplo modélico de himno bailable, digno y exitoso.
Aquella canción coincidió, en el verano de 1990, con otros himnos de selecciones británicas. Escocia, con la participación de Love & Money, The Silencers y Deacon Blue aportó “Say It With Pride”, en la que destacaban las gaitas tradicionales pasadas por el sintetizador. Larry Mullen, de U 2, compuso entonces el himno irlandés, en el que participaron Clannad y Davy Spillane, y que contenía trozos de una entrevista con su entrenador a ritmo de hip-hop. También The Pogues llegaron a grabar para el evento “Jack’s Heroes”, con la ayuda de los veteranos folclóricos irlandeses The Dubliners.
Este tipo de canciones, himnos que cuentan con el visto bueno de su Federación o de su club, o que son adoptados por los hinchas como propios, se remontan ya a los años 60. Los seguidores del Liverpool fueron los primeros en hacer suya una canción de una de las bandas que más se paseaban entonces por las listas de éxito: el “You’ll Never Walk Alone” de Gerry & The Peacemakers
Algunas, incluso, llegaron al número uno en las listas de éxito: “Nice One Cyril” de Cockered Chorus o “Back Home”, el himno inglés de 1970, relegando al número 2 a la canción pro-irlandesa de Paul McCartney, “Mull Of Kyntire”.
Más tarde llegaron Queen con su “We Are The Champions”, la más coreada en cualquier ocasión, y que contó también con una versión a cargo de los futbolistas Glen Hoddle y Waddle. Del grupo Serious Drinking se recuerda sobre todo su título, “We’re Gonna Win The Cup In Spain” -”Vamos a ganar la copa en España”-. Phil Collins grabó “Match Of The Day” y Colourbox pusieron reggae y dub a “The Official Colourbox World Cup Theme”. Stock, Aitken & Waterman, el trío que dominó las listas durante los 80, compusieron el himno para el Campeonato de 1988, “All The Way”, y New Order también le dedicaron una canción a dos de sus héroes en “Best & Marsh”: George Best y Rodney Marsh.
por Xavier Valiño

domingo, 12 de octubre de 2008

HA DOLIDO .... Y MUCHO

Lo vivido esta tarde bueno lo que estoy viviendo ahora al escribir esto ha sido y es muy duro, primero comentar que el equipo ha trabajado bien esta semana con mucha aptitud y con una mentalización ha sacar algo positivo, y esta tarde mas que nunca estaba convencido que nos íbamos a llevar una grata sorpresa, los veía como se animaban unos a otros y el ambiente que se respiraba era altamente positivo, pero en 7 minutos todo se ha ido al garete, en el minuto 1 hemos encajado un gol.... ha sido duro y en el 7 el otro, lo peor es como han sido los dos goles, y eso ha echo que el equipo decallera en el desanimo, luego ya no habido partido, el equipo ha perdido fe, es cierto que han corrido, que han luchado pero... no han jugado, no va haber ninguna critica hoy, es mas es un partido a olvidar y rápido, porque y es jodido lo que voy a decir pero hemos rayado la vulgaridad.
Estoy muy, pero muy jodido me consta que muchos jugadores también,pero no debemos de dejar de empeñarnos a intentar salir de la situación en la que estamos, lo sufrido hoy por lo menos para mi, porque así lo siento ahora y por la trayectoria hasta ahora, es el momento mas difícil que he vivido en esto del fútbol, hoy hemos tocado fondo, ahora ya sabemos de una vez que somos, quienes somos y a lo que debemos jugar y para que trabajar, a todos nos ha quedado claro.
Nada chavales, hay que seguir y seguir y seguir y no desfallecer en el empeño, entre unos y otros debéis levantar la moral y pensar en el próximo partido.

lunes, 6 de octubre de 2008

HAY QUE ESTAR DE PIE

Bueno la anterior crónica del Juvenil, comente que no había que poner excusas que no fueran las del equipo para justificar una derrota, no es bueno que un entrenador esconda sus vergüenzas detrás de las excusas, bueno pues no lo haré, no hablare del nefasto y lamentable arbitraje que sufrimos, y no pondré como excusa el posible primer gol que encajamos en fuera de juego, ni tampoco pondré de excusa los dos penaltys que no se pitaron a nuestro favor, uno de ellos incluso debió ser expulsión por la patada sin balón, tan clara que a los cinco minutos tuve que retirar al jugador con el tobillo echo un puré, ni tampoco pondré de excusa que por lo menos dos jugadores de ellos tenían que estar expulsados en la primera parte uno de ellos por una agresión sin balón tan clara como la gran cantidad de sangre que manaba del jugador por la nariz, ni tampoco pondré de excusa que mis jugadores recibían tarjeta por dar entradas por detrás pero el rival tenia carta blanca para hacer estas entradas sin recibir tarjeta,ni tampoco pondré como excusa lo fácil que es dejar a un equipo mas de media hora con diez sin titubear, o el gran desfase en fueras de juego que recibió un equipo y el otro teniendo al mismo linier como protagonista, no pondré estas excusas con un arbitro que nos pito dos veces hace dos años, y la primera vez paro el partido hasta que no viniera la policía porque alguien tiro una colilla al campo a unos 20 metros de el, y se fue escoltado por la policía con una gran sonrisa maliciosa, por su puesto que no voy a justificar con estos argumentos la derrota, ni tampoco pondré de excusa a la suerte que se tiene o no y esta claro en estos partidos por donde anda la suerte, muy cerca del equipo desde luego que no por lo tanto no pondré excusas, por cierto ante un rival de lo mejorcito que se ha visto, pero que por muchos momentos fuimos superiores a ellos.
Comentare que el primer gol que encajamos, dignifica claramente en la totalidad de la jugada nuestra temporada hasta ahora, si se analiza bien el gol, se podría hacer un paralelismo de los que nos esta pasando esta temporada.
Los pequeños grandes detalles nos están matando, que nuestras virtudes no las potenciamos pero si en cambio nuestros defectos, el abusar del individualismo, del poco apoyo al compañero con balón, de los repliegues lentos, de no movernos bien sin balón, tenemos muchas dificultades cuando no tenemos el balón, de no dar buenos pases a corta distancia y de no controlar los balones bien, de no elegir mejor nuestras acciones de ataque, y sobre todo de no jugar mas fácil, hay ciertas manías y ciertos tiks que hay que abolir, pero a pesar de todo lo expuesto, vamos mejorando en nuestro juego, pero la ansiedad que tenemos encima nos hace que el echo de encajar un gol sea un mundo y que imconpensiblemente nos hundamos, cuando se repite una y otra vez que debemos tener mas ambición y confianza en lo que hacemos, debemos tener mas capacidad de recuperación a los golpes morales.
El equipo va creciendo y vamos avanzando pero a pasitos de bebe, pero ahora falta dar pasos de hombres.
Debemos mantenernos de pie ahora no vale tirar la toalla ni autoflajelarse ni estar hundidos.
Hay que ganar mas consistencia defensiva sobre todo a base de concentración, hay que tener mas pegada arriba, hay que subir el nivel de los pases cortos y de los controles, dejarnos de unos contra unos innecesarios y jugar mas fácil, si conseguimos esto a corto plazo iremos ganando consistencia como equipo e iremos avanzando.
Hay que mantener la calma,hay que sumar y no restar, hay que estar unidos mas que nunca y sobre todo paciencia, quiero decir también que si este equipo jugara en preferente ahora, con este juego y al nivel ofrecido hasta ahora estaríamos entre los de arriba, eso sirve para los chavales para hacerles entender que no lo están haciendo tan mal como marca los resultados, por supuesto que debemos mejorar y mucho, y que llegara el premio, pero que hay que corregir para estar en esta categoría, que con lo ofrecido hasta ahora no nos vale, y que no solo con palabras y trabajo saldremos adelante que debemos exigirnos mas a nosotros mismos.

viernes, 3 de octubre de 2008

EL ÁRBITRO

El árbitro es arbitrario por definición. Éste es el abo-minable tirano que ejerce su dictadura sin oposición posi-ble y el ampuloso verdugo que ejecuta su poder absolu-to con gestos de ópera. Silbato en boca, el árbitro soplalos vientos de la fatalidad del destino y otorga o anulalos goles. Tarjeta en mano, alza los colores de la conde-nación: el amarillo, que castiga al pecador y lo obliga alarrepentimiento, y el rojo, que lo arroja al exilio.Los jueces de línea, que ayudan pero no mandan,miran de afuera. Sólo el árbitro entra al campo de juego;y con toda razón se persigna al entrar, no bien se asomaante la multitud que ruge.
Su trabajo consiste en hacerse odiar. Única unanimi-dad del fútbol: todos lo odian. Lo silban siempre, jamáslo aplauden. Nadie corre más que él. Él es el único queestá obligado a correr todo el tiempo. Todo el tiempo ga-lopa, deslomándose como un caballo, este intruso quejadea sin descanso entre los veintidós jugadores; y enrecompensa de tanto sacrificio, la multitud aúlla exigien-do su cabeza. Desde el principio hasta el fin de cadapartido, sudando a mares, el árbitro está obligado a per-seguir la blanca pelota que va y viene entre los pies aje-nos. Es evidente que le encantaría jugar con ella, perojamás esa gracia le ha sido otorgada. Cuando la pelota,por accidente, le golpea el cuerpo, todo el público recuer-da a su madre. Y sin embargo, con tal de estar ahí, en elsagrado espacio verde donde la pelota rueda y vuela, élaguanta insultos, abucheos, pedradas y maldiciones.A veces, raras veces, alguna decisión del arbitro coin-cide con la voluntad del hincha, pero ni así consigueprobar su inocencia. Los derrotados pierden por él y losvictoriosos ganan a pesar de él. Coartada de todos loserrores, explicación de todas las desgracias. Los hinchastendrían que inventarlo si él no existiera. Cuánto más loodian, más lo necesitan.
Durante más de un siglo, el árbitro vistió de luto. ¿Porquién? Por él. Ahora disimula con colores.
Eduardo Galeano, escritor uruguayo

jueves, 2 de octubre de 2008

FÚTBOL, LA GUERRA O LA FIESTA (6 y final)

Antes de cada partido, en cada Copa del Mundo, los jugadores escuchan y tararean sus himnos patrios. Por regla general, salvo algunas excepciones, los himnos los invitan a matar y a morir. Esos cánticos marciales profieren terribles amenazas, convocan a la guerra, insultan a los extranjeros y exhortan a hacerlos picadillo o con gloria sucumbir en heroicos baños de sangre.
Ya vamos para el campeonato mundial número dieciocho. A lo largo de los Mundiales se ha visto que no faltan los jugadores dispuestos a actuar como obedientes soldados, siempre dispuestos a castigar con feroces patadas a los enemigos de la patria, y sobre todo a los que cometen la imperdonable ofensa de jugar lindamente. Pero, la verdad sea dicha, la gran mayoría de los jugadores no ha hecho caso a las órdenes que sus himnos imparten, ni a los delirios épicos de ciertos periodistas que compiten con los himnos, ni a las instrucciones carniceras de algunos dirigentes y directores técnicos, ni a los clamores guerreros de unos cuantos energúmenos en las gradas.
Ojalá los jugadores, o al menos la mayoría de los jugadores, se sigan haciendo los sordos en el Mundial que viene. Y que no se confundan a la hora de elegir entre la guerra o la fiesta.
Eduardo Galeano, escritor uruguayo

FÚTBOL, LA GUERRA O LA FIESTA (5/6)

En Medellín, una de las ciudades más violentas del mundo, nació y se desarrolló el proyecto "Fútbol por la paz", que durante algún tiempo funcionó con milagroso éxito. Mientras duró, demostró que no era imposible cambiar balazos por pelotazos.
El fútbol resultó ser el único lenguaje alternativo para las bandas armadas de los diversos barrios, acostumbradas a dialogar a tiros. Jugando al fútbol, los enemigos empezaron a conocerse entre sí, al principio de muy mala manera y en cada partido un poquito mejor. Y los muchachos empezaron a aprender que la guerra no es el único modo de vida posible.
Eduardo Galeano, escritor uruguayo

miércoles, 1 de octubre de 2008

LA CUCHARA DE TOTTI


Mo je faccio er cucchiaio", dijo Totti. Y a Maldini le sonó tan raro como a cualquier lector español. Luego, cuando el tótem milanista tradujo mentalmente del romanesco al italiano, la cosa le sonó aún más marciana. En aquellas circunstancias, lo último que podía uno esperarse era un cucchiaio del romano más castizo desde Alberto Sordi. Maldini se quedó lívido.

Era el 29 de junio de 2000 y la semifinal Italia-Holanda del Europeo acababa de terminar en empate. Se jugaba en Holanda y los italianos, encerrados en el círculo central, hablaban de quién tiraba los penaltis. Di Biagio fue el primero en reconocer que la cosa imponía. "Francesco, yo tengo miedo", dijo. Y Francesco Totti, en su romanesco cerrado: "A quién se lo dices. ¿Has visto lo grande que es aquél?", resopló, señalando al portero Van der Saar. Di Biagio: "Pues sí que me animas". Entonces llegó la frase inmortal: "Nun te preoccupá, mo je faccio er cucchiaio". O sea, "no te preocupes, yo le hago la cuchara".

El gran jefe Maldini tenía la oreja puesta y al cabo de unos segundos, cuando comprendió, se dirigió con gran alarma hacia Totti. "¿Pero estás loco? Estamos en una semifinal del Europeo". Pero Totti ya tenía la idea clavada en el entrecejo: "Sí, sí, le hago la cuchara".

"Er cucchiaio", "la cuchara", es la marca de fábrica del mejor futbolista italiano. Un toque suave, por debajo del balón, que eleva la trayectoria unos metros y luego la deposita en el suelo, dentro de la portería. Una de esas jugadas caprichosas que pueden hacerse cuando se gana por mucho y queda muy poco partido. Una burla amable al contrario y un guiño al público. Una broma, algo que no se hace en el momento más crucial del año. Lo que pasa es que Totti es Totti. El capitán del Roma tendría poco de qué hablar con Einstein, pero la inconsciencia le da a su juego el toque de locura y genio de los grandes idiotas del fútbol: Totti forma parte de la dinastía de Garrincha, Best, Gascoigne, Cassano. Con la ventaja de no ser cojo, ni alcohólico, ni paranoico.

Cuando le tocó lanzar a Francé Totti, caminó hacia el punto de lanzamiento, miró a aquel portero holandés tan grande, se aproximó al cuero y lo acarició en el vientre. El balón partió en cámara lenta, como un globo de feria, hacia el centro del marco. Van der Saar, en cámara rápida, se había lanzado ya hacia un costado. Y el penalti entró como un suspiro, dulce, desmayado, con la miel de un beso y el ritmo preciso de un buen chiste.

Totti publicará el año próximo un manual de fútbol que se titulará, cómo no, "Mo je faccio er cucchiaio". Será su tercera obra, tras las memorables Los chistes sobre Totti contados por mí mismo y Los nuevos chistes sobre Totti contados por mí mismo. No los escribe él, pobrecito, pero en este caso no importa, porque los beneficios (una millonada) se destinan a beneficencia. Totti es, seguramente, el futbolista que más dinero ha aportado a obras de caridad, el que ha visitado más asilos y hospitales y el que más ha hecho por su ciudad.
 
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