Cuando Edson Arantes do Nascimento estaba ocupado cautivando la imaginación global en la Copa Mundial de la FIFA Suecia 1958, difícilmente hubiera imaginado que su apodo, Pelé, iba a convertirse en el más famoso que posiblemente haya dado nunca el deporte rey. Fabio Cannavaro, capitán de la selección italiana, tampoco pensó que el brillante desempeño con el que guió a su país a la victoria en Alemania 2006 le valdría el sobrenombre de El muro de Berlín.
En la historia de la fase final de la Copa Mundial de la FIFA son muchos los jugadores más conocidos por sus seudónimos que por sus nombres reales, y Sudáfrica 2010 no será una excepción. FIFA.com se fija en algunos de los ejemplos más llamativos entre los futbolistas que se disponen a asaltar la nación del arco iris.
Los apodos son legión
En el bestiario del fútbol también encontramos a El Conejo, que designa a Óscar Pérez, guardameta del combinado mexicano, o a La Pantera, el delantero del Genoa David Suazo, quien encarna las esperanzas de Honduras. El italiano Gennaro Gattuso, por su parte, es Il Rino, el rinoceronte, debido a la combatividad que exhibe dentro de la cancha.
La impresionante corpulencia del brasileño Júlio Baptista explica que le llamen La Bestia, y tampoco hay que confiarse ante Hunter, el cazador, que no es otro que el holandés Klaas-Jan Huntelaar, que aguarda asimismo alzar el codiciado trofeo con su equipo.
Las estrellas de la Albiceleste
Sobrenombres de toda clase y condición
En España, dos jovenzuelos serán los encargados de perforar la meta contraria. Fernando Torres, El Niño, y David Villa, El Guaje, suponen una pesadilla para las defensas que tendrán la difícil tarea de contenerlos.
En los antípodas, el delantero australiano Harry Kewell esconde bastantes trucos. Lo que sin duda explica los apodos de Harry Potter o Wizard of OZ, el mago de OZ (OZ es también la denominación coloquial de Australia en inglés). La magia es igualmente portuguesa, con el centrocampista Deco, O Mágico.
En Uruguay, Diego Forlán es Cachavacha, un célebre personaje de dibujos animados argentino. En Brasil, el famoso juego de piernas de Robinho ha hecho de él el Rei das Pedaladas.
En Estados Unidos, Clint Dempsey despliega todo su talento con los colores de su país y en el Fulham inglés. Clint es asimismo un artista hip-hop, y su nombre en los escenarios, Deuce, ha calado entre todos los hinchas estadounidenses. Los norteamericanos disponen también de un bailarín, DaMarcus Beasley, alias Jitterbug.
En el panorama del fútbol internacional reinan los emperadores. Es el caso de Franck Ribéry, Kaiser Franck, como le llaman los aficionados del Bayern de Múnich. El defensor mexicano Rafael Márquez no le anda a la zaga: es el Kaiser de Michoacán, región de la que procede.
A los seguidores asiáticos también les gusta poner apodos. El zaguero de la selección surcoreana Kim Nam-Il es conocido por su capacidad de hacer la limpieza en la retaguardia. Nada más lógico, pues, que referirse a él como The Vacuum Cleaner, la aspiradora. Su compañero Cha Du-Ri, por su parte, aspira kilómetros. Su sobrenombre es Autobahn.
En África, destaca el sudafricano Aaron Mokoena, Mbazo, el hacha.
Los entrenadores no se libran
El argelino Rabah Saâdane se hace llamar El Jeque por sus discípulos, que le profesan estima y respeto. El alemán Otto Rehhagel, entrenador de Grecia, es King Otto. Javier Aguirre, inquilino del banquillo de México, es El Vasco, en referencia a sus orígenes.
fifa.com
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