sábado, 29 de noviembre de 2008

EL CLUB ANTES QUE LA PATRIA


Con la posible excepción de Argentina, no hay pueblo cuyo estado de ánimo dependa más de los resultados de su selección que el inglés. Pero eso no impide que estos partidos internacionales que interrumpen el principio de la temporada causen casi tanta irritación en Inglaterra como en España, donde la selección despierta pasiones más tibias.
Durante la larga travesía del desierto que, para el aficionado de verdad, supone siempre el verano, el comienzo de la Liga se vislumbra como un lejano oásis tropical. Pero llega septiembre, comienza octubre y la Liga no acaba de arrancar. Empiezas a beber y te quitan el vaso de la mano. O, como dirían los ingleses, que les gusta salpicar la conversación con frases en latín, sufres el síndrome del coitus interruptus. Tu equipo da señales de que podría hacer una gran temporada, le quita un punto al Chelsea, el nuevo delantero pinta bien y entonces... dos semanas de limbo en las que a uno no le queda otra que exprimirle algunas gotas de interés al Inglaterra-Macedonia, buscar algún consuelo en el partido contra Andorra.
No. A la hora de la verdad, el fan inglés es como el español. Club before country. El club antes que la patria.
La prueba más contundente la dieron los aficionados del Tottenham en plena guerra de las Malvinas. Recuerdo haber ido a un partido de los Spurs en su estadio, White Hart Lane, en mayo de 1982. La fuerza aérea argentina ya estaba hundiendo barcos de guerra británicos en el Atlántico Sur, pero cada vez que uno de los dos argentinos del Tottenham, Osvaldo Ardiles o Ricardo Villa, tocaba el balón la afición les ovacionaba.
Ardiles y Villa eran pioneros. Hoy lo raro es ver a un jugador inglés vistiendo la camiseta de un Tottenham, un Liverpool o incluso un Charlton Athletic. Y en el Arsenal, ya nunca.
Desde que un desconocido francés llamado Arsène Wenger llegó al Arsenal hace exactamente diez años y una semana, lo que se ha visto en el gran club del norte de Londres es una erosión inexorable del componente inglés. A tal grado que cuando el Arsenal se enfrentó al Real Madrid en la Champions la temporada pasada, en el Bernabéu, había más ingleses en el equipo español (2) que en el londinense (0).
¿Pero existe hoy un fan del Arsenal que se ofenda ante esta situación; que quisiera poner, por ejemplo, al seleccionador inglés, Steve McClaren, en lugar de Wenger? Ni uno.
Inexplicablemente, un altísimo porcentaje de mis amigos son del Arsenal. Sé que no ha habido gente de fútbol más feliz que ellos en el mundo a lo largo de la última década. Wenger ha colmado al Arsenal de títulos, logrando que sus franceses, holandeses, españoles, suecos, cameruneses, brasileños, checos, suizos y alemanes combinen la feroz competividad del fúbol inglés con el arte del mejor fútbol latino. Wenger declaró en una entrevista con L'Équipe esta semana que "todos los grandes equipos han jugado con la preocupación de gustar" y que el leit-motiv de su club es "ganar con estilo".
Con razón el Real Madrid, como Wenger mismo confirmó en la misma entrevista, ha intentado contratarlo repetidas veces. Es el mejor entrenador del mundo. El día que se vaya, el norte de Londres estará de luto. Porque para el fan del Arsenal no hay ser en la tierra que inspire más devoción que el francés.
por John Carlin

viernes, 28 de noviembre de 2008

LA MALDICIÓN DEL 'GRUPO SALVAJE'


Giorgio Long John Chinaglia fue el corazón de aquel equipo de "locos, salvajes y sentimentales, simpatizantes fascistas, pistoleros y paracaidistas, jugadores de azar y bailarines de club nocturno; era un equipo dividido en clanes, con dos vestuarios; quien entraba en la habitación errónea corría el riesgo de encontrarse con la amenaza de una botella rota bajo el cuello". La frase es de Guy Chiappaventi, periodista, tifoso laziale y autor de Pistolas y balones, un libro sobre aquel grupo salvaje que dio al Lazio, en 1974, un inolvidable título de Liga.

Chinaglia, un ariete de fuerza descomunal, era jefe de un clan. El jefe de la otra facción era el lateral izquierdo, Gigi Martini, hoy diputado posfascista. "En aquel equipo", recuerda Felice Pulici, el portero, "llevábamos pistola más o menos todos". En las concentraciones disparaban contra las farolas, las lámparas del hotel o los tifosi del Roma. El interior Luciano Re Cecconi murió durante un atraco fingido: un joyero vio el arma, no cayó en la broma y disparó. Long John Chinaglia usaba una Mágnum del calibre 44, capaz de atravesar paredes.

Aquel grupo indeseable, pero triunfal, estableció la ecuación que identifica al Lazio con el fascismo. Decenas de miles de seguidores laziales de todas las coloraciones políticas querrían romper la ecuación a martillazos, pero es inútil porque existe en ella una verdad matemática: la ultraderecha domina la grada. Di Canio, el delantero con la efigie de Mussolini tatuada sobre la piel, abandonó el equipo tras la pasada temporada. Ya nadie en el césped saluda brazo en alto. La sombra fascista, sin embargo, emerge de nuevo.

Esta semana han sido detenidos Fabrizio Piscitelli, alias Diabolik, Fabrizio Toffolo, Yuri Alviti y Paolo Arcivieri, fundadores y jefes de Los Irreductibles, definidos por el fiscal como "el grupo más fascista, racista, homófobo y antisemita" de entre todos los grupos fascistas que, del lado del Lazio y del lado del Roma, pueblan la grada del estadio Olímpico. Los cuatro son acusados de ejercer como mamporreros del mítico Long John Chinaglia, residente en Estados Unidos, sobre el que pesa una orden de arresto.

Según el fiscal, Chinaglia quería adueñarse de la sociedad e inventó una oferta de compra de un supuesto grupo inversor húngaro.
Mientras decía representar a los fantasmagóricos húngaros con papeles falsificados en Nápoles y agitaba la falsa oferta para especular en bolsa con las acciones del Lazio, Los Irreductibles amenazaban al actual presidente, Claudio Lotito, y al entrenador, Delio Rossi, con el fin de que uno vendiera a cualquier precio y el otro abandonara. Más concretamente, amenazaban a las esposas de ambos con llamadas telefónicas de contenido irreproducible. Los cuatro ultras, con un largo expediente judicial, ya se veían como directivos de la mano de Long John.

Chinaglia fue una vez presidente del Lazio, en 1983. Sólo consiguió el descenso a Segunda. Luego se dedicó a comprar y vender otras sociedades futbolísticas italianas y a organizar eventos deportivos desde Nueva York. Pero entre Chinaglia y el Lazio existe una atracción fatal, un vínculo indestructible y ruinoso para ambas partes. Chinaglia quiso volver. La grada se pasó meses vitoreando su oferta de compra y vituperando al presidente Lotito. Ahora Chinaglia es un fugitivo.

Buena parte de la grada, hija del mito del grupo salvaje de 1974, sigue estando, pese a todo, con Long John Chinaglia y con Los Irreductibles. Los cuatro ultras detenidos tienen entre 40 y 46 años de edad: eran niños cuando se ganó aquel scudetto de los balones y las pistolas. La maldita ecuación debió de quedárseles grabada en el alma.

por Enric González

jueves, 27 de noviembre de 2008

EL FÚTBOL


La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí.

En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarín que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que juega, sin motivo y sin reloj y sin juez.

El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue. La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohibe la osadía.

Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad.

Eduardo Galeano, escritor uruguayo

EL HOMBRE MÁS ODIADO DE INGLATERRA


Por tres puntos, le pegaría un tiro a mi abuela". Brian Clough, legendario entrenador del Nottingham Forest.

Hubo más decepción en Inglaterra que en España tras la derrota del Barça contra el Chelsea esta semana. Diría incluso que la victoria del equipo londinense se celebró con más ganas en España.

Cómo puede llegar uno a afirmar semejante barbaridad? Es una sencilla cuestión de matemáticas. Presten atención.

En España, el 30% de la población es del Barça. En Inglaterra puede que (seamos generosos) un 2% sea del Chelsea. Eso, por un lado. Por otro, del 98% que no van con el Chelsea, la totalidad celebra todas sus derrotas. Si eres inglés y no estás con el Chelsea, estás contra él.

O sea que (y aquí acaba la clase de matemáticas), tomando en consideración que Inglaterra tiene 50 millones de habitantes y España 40 millones, podemos afirmar que 49 millones de ingleses lloraron la derrota del Barça el miércoles mientras que en España sólo lo hicieron 12 millones (bueno, habría que excluir a los bebés y a los raros a los que no les gusta el fútbol, pero creo que el punto está claro, ¿no?).

El odio (no, la palabra no es demasiado fuerte) que despierta el Chelsea entre los aficionados ingleses se debe a tres factores. Primero, al hecho de que desde hace un par de años no hay nadie que los toque en la Liga inglesa. Segundo, al dueño del club, el multitrillonario ruso Roman Abramovich, cuya frivolidad en gastarse obscenas cantidades en fichajes y sueldos ofende. Tercero, y ante todo, al entrenador, José Mourinho.

Que un señor tan antipático, tan contrario a los valores ingleses más fundamentales, tenga tanto éxito y gane tanto dinero resulta insufrible. ¿Cuáles son estos valores? Pues, básicamente, el fair play. Suena a tópico, pero muchas veces los tópicos reflejan la verdad. No es que el inglés siempre sea fiel a sus principios, sino que atribuye una enorme importancia al concepto de ser justo, equitativo y decente con el otro.

El segundo importante valor en Inglaterra es la modestia. Se detesta al fanfarrón.

Durante los dos años y pico que lleva en Inglaterra, Mourinho ha actuado de manera flagrante, casi despreciativa, contra estos valores. La imagen pública del portugués es la de un hombre engreído, enamorado de sí mismo, cuyas declaraciones responden únicamente a sus propios intereses, sin el más mínimo afán de tender la mano a los demás.

El caso más reciente ocurrió la semana pasada tras un choque entre un delantero del humilde Reading (pronunciado reding) y su portero, Cech, que acabó con este último en el hospital con una fractura en el cráneo. Las intempestivas declaraciones de Mourinho tras el partido fueron interpretadas por el público inglés como una acusación de intento de asesinato por parte del delantero del Reading. Lo cual, teniendo en cuenta que fue claramente un accidente, causó una indignación nacional enorme.

Lo que pone más sal en la herida del pueblo que inventó el fútbol es que Mourinho es innegablemente un entrenador brillante, capaz de motivar a jugadores que ganan fortunas gigantes a pelear como hicieron contra el Barça el miércoles: no sólo como si sus vidas dependieran del resultado, sino también las de sus madres, esposas e hijos.

Por todo esto, y más, cada vez que ha jugado el Barça contra el Chelsea de Mourinho recibo correos electrónicos y llamadas de amigos del Arsenal, del Liverpool, del Manchester (incluso de algunos a los que no les gusta en especial el fútbol) expresando el ferviente deseo no sólo de que el Bar-ça gane al Chelsea, sino de que lo humille. Así que para la vuelta, el 1 de noviembre en el Camp Nou, que Ronaldinho y compañía lo sepan: representan mucho más que un club, mucho más que a Cataluña o a España. Deben vencer no sólo por Sant Jordi, sino también por su tocayo Saint George, el santo patrón de Inglaterra.

por John Carlin octubre 2006

miércoles, 26 de noviembre de 2008

EL CASO DEL ENTRENADOR SIN SUERTE

No es amargo ni antipático, más bien todo lo contrario. Pero basta verle para comprender que este hombre carga con un peso, con algún tipo de fatalidad indefinible. Cuando su equipo pierde no brama contra los jugadores, ni patea el banquillo, ni da a entender con los ojos (los entrenadores saben que hay una cámara cerca, y actúan para ella) que a alguien se le caerá el pelo en el vestuario. No. Se afloja la corbata, absorbe la desgracia y la encaja entre las cejas, enarcadas como las de un payaso triste.
Su padre, tifoso interista, tenía una pensión en Cesenatico, una localidad turística de la costa oriental italiana. La pensión, para que no cupieran dudas, se llamaba Ambrosiana, el nombre del Inter en tiempos fascistas, cuando el internacionalismo no se toleraba ni en el fútbol. A los 13 años ingresó en el equipo juvenil de su pueblo, como lateral derecho. Era 1967 y el terzino, el lateral italiano, era el último mono, la carne de cañón del catenaccio: no debía pensar, no debía subir de medio campo, no debía intentar cosas bonitas. Su misión consistía en pegarse al extremo rival, correr con él, sudar con él y pegarle cuanto fuera posible. El modelo no era Facchetti, el apolíneo lateral-goleador, sino Burgnich, el perfecto perro de presa. Ideal para un muchacho.
Intentó varias veces cambiar de equipo, sin éxito. Su carrera se limitó al rincón derecho del Cesenatico juvenil. Fue una carrera breve, finiquitada a los 18 años por una enfermedad pulmonar. Tras unos años como camarero en la pensión familiar y como agente de seguros, volvió al calcio como técnico del Cesenatico infantil. En 1984 alcanzó el cargo de entrenador del Cesenatico (Segunda Regional), pero una extraordinaria cadena de desgracias administrativas casi le devolvió a la pensión: tardó cuatro años en ser admitido en la escuela de entrenadores. Ya con el carné, ascendió al Venecia, que el año siguiente le despidió, le recontrató para salvar la categoría y una vez salvado le despidió de nuevo.
Tras un paso por el Bologna, estudió en Barcelona los métodos de Cruyff. En 1995 se hizo con el Udinese y lo llevó a Europa, lo máximo en la historia del club. Su 3-4-3 supuso una revolución en el calcio. Luego pasó al Milan (él, interista y de izquierdas) y logró el scudetto de 1999. En 2001 fue despedido. Pasó al Lazio y lo clasificó para la UEFA: fue despedido, porque la sociedad prefirió al glamuroso Mancini. La temporada siguiente sustituyó a Héctor Cúper en el Inter y consiguió clasificarlo para la Champions: fue despedido, porque también el Inter, el club de sus amores, prefirió a Mancini.
Este año se cumple el centenario del Torino, devuelto a la Serie A por la carambola del caso Moggi. El Torino tiene derecho a considerarse el club más desgraciado de todos los tiempos: nadie, ni el Manchester United (en el accidente de Múnich sobrevivieron Busby y Bobby Charlton), ha sufrido una tragedia tan grave como la del 4 de marzo de 1949, cuando el avión que llevaba al "gran Torino", uno de los mejores equipos de todos los tiempos, se estrelló contra la colina de Superga. No quedó nadie.
Alberto Zaccheroni se sienta en el banquillo del Torino. Sólo ha conseguido, por ahora, dos empates y dos puntos. La cosa empieza mal. No cuesta mucho imaginarle tras una mesa desordenada, con una botella de whisky medio vacía y un revólver chato en el cajón, a la espera de otro caso. Como los detectives malditos del género negro, Zaccheroni no gana nunca. Le persigue la fatalidad. Y pierde con elegancia, con las cejas arqueadas y la corbata floja.
por Enric González

Y BORGES DETESTABA EL FÚTBOL


"Es un invento post-colonial que sustituye las peleas a cuchillo"


Jorge Luis Borges, escritor argentino

martes, 25 de noviembre de 2008

MARADONA Y LOS HÉROES

Interesante artículo de Mario Vargas Llosa escrito durante el Mundial celebrado en España en 1982. Interesante por lo que atisbaba el autor en aquel jugador y por la prosa, siempre maravillosa, del escritor peruano (de sus opiniones discrepo algo más).



RESPLANDECIENTE.-Como el día del partido inaugural, frente a Bélgica tuvo un desempeño opaco, muchos se preguntaban de dónde, desde cuándo y por qué el mito Maradona. Después del partido de Argentina contra Hungría, que el pequeño astro iluminó de principio a fin con el fuego de artificio de su sabiduría, ya nadie lo pone en duda: Maradona es el Pelé de los años ochenta. ¿Un gran jugador?. Más que eso: una de esas deidades vivientes que los hombres crean para adorarse en ellas.

ENTRE LOS MONSTRUOS.-Por un período que será fatalmente breve -este es el más absoluto y el más fugaz de los reinados- al argentino le toca ahora ser, para millones y millones de personas en el mundo, lo que fueron, en sus también rápidos turnos imperiales, Pelé, Cruyff, Di Stéfano, Puskas y algunos otros: la personificación del fútbol, el héroe es quien este deporte se hace cifra y emblema. Los mil millones de pesetas que, se dice, ha pagado el Barcelona por incorporarlo a sus filas son una prueba rotunda de que Maradona ya accedió a ese trono y, a juzgar por lo que fue su actuación ante los húngaros, y el eco que ella ha tenido en el público, este Mundial demostrará que el "Barca" ha hecho una inversión rentable. Diez millones de dólares es mucho dinero por un simple mortal que patea la pelota, pero no es nada si lo que en verdad se compra es el mito.

ESA CARA NO SE OLVIDA.-Maradona es un mito porque juega maravillosamente, pero también por su nombre y su cara se graba en la memoria al instante y porque, por una de esas indescifrables razones que no tienen nada que ver con la razón, de entrada nos parece inteligente y nos cae simpático. ¿Tiene algo que ver esa impresión con su estatura? En el partido contra Hungría, viéndolo operar entre esos saltos y fornidos defensas magiares que se relevaban con patética ineficacia por contenerlo, uno tenía la alentadora impresión de que hay una justicia inminente, de que también en el fútbol es cierto eso de que más vale la maña que la fuerza, de que lo que cuenta, a la hora de patear la pelota, no son de ningún modo las patas, sino la fantasía y las ideas.

PEQUEÑO MUY FUERTE.-Sin embargo, a pesar de su estatura, Maradona no da la sensación de ser frágil, sino alguien fuerte y sólido, acaso por esas piernas robustas, de músculos salientes que resisten sin menoscabo los encontrones de los defensas adversarios, no importa cuán altos y fuertes sean. Esa cara de muchacho soñador, ingenuo, lleno de buenas intenciones, le sirve de maravilla para engatusar a los desmoralizados bípedos encargados de cuidarlo, porque lo cierto es que, a la hora descargar y jugar recio, también sabe hacerlo y con un ímpetu que se diría incompatible con su físico.

¿OTRO PELE?..No es nada fácil definir el juego de Maradona. Es de tanta complejidad que, en su caso, cada adjetivo necesita una apostilla, una matización. No es brillante e histórico, a la marca de del soberbio Pelé, pero su eficacia es tan rotunda cuando lanza desde ángulos inverosímiles, esos disparos potentísimos hacia el arco, mediante un pase escueto y preciso como un teorema, pone en movimiento una irresistible operación ofensiva, que sería injusto no llamarlo espectacular, un jugador que torna un partido en una exhibición de genio individual (o en un "recital", como dijo un crítico, con excelente puntería de su desempeño frente a Hungría).

LOS IDOLOS.-Los pueblos necesitan héroes contemporáneos, seres a quienes endiosar. No hay país que escape a esta regla. Culta o inculta, rica o pobre, capitalista o socialista, toda la sociedad siente esa urgencia irracional de entronizar ídolos de carne y hueso ante los cuales quemar incienso. Políticos, militares, estrellas de cine, deportistas, cocineros, play-boys", grandes santos o feroces bandidos, han sido elevados a los altares de la popularidad y convertidos por el culto colectivo en eso que los franceses llaman con buena imagen los monstruos sagrados. Pues bien, los futbolistas son las personas más inofensivas a quienes se puede conferir esta función idolátrica

EL CULTO.-Ellos son, claro está, infinitamente más inocuos que los políticos o los guerreros, en cuyas manos la idolatría de las masas se puede convertir en un instrumento temible, y el culto del futbolista no tiene las misma frívolas que enrarecen siempre la identificación de la arista de cine o de la musaraña de sociedad. El culto al as del balompié dura lo que su talento futbolístico, se desvanece con éste. Es efímero, pues las estrellas de fútbol se queman pronto en el juego verde de los estadios y los cultores de esta religión son implacables: en las tribunas nada está más cerca de la ovación que los silbidos.

UN ARTISTA.-Es también el menos enajenante de los cultos, porque admirar a un futbolista es admirar algo muy parecido a la poesía pira o una pintura abstracta. Es admirar la forma por la forma, sin ningún contenido racionalmente identificable. Las virtudes futbolísticas -la destreza, la agilidad, la velocidad, el virtuosismo, la potencia- difícilmente pueden ser asociadas, a conductas inhumanas. Por eso, si tiene que haber héroes, ¡que viva Maradona!.

Mario Vargas Llosa, escritor peruano

lunes, 24 de noviembre de 2008

COMIMOS MIGUITAS

Empate que sabe a victoria por el rival que es fuerte en casa y sobretodo por la imagen que dimos.

Seguimos en la linea ascendente de juego aunque no de resultados, estos tres últimos partidos nos estamos creando ya una personalidad de equipo y una forma de jugar muy determinada, junto con la unión que ya se empieza a ver dentro del vestuario todo queda reflejado en el campo.

Se puede sacar muchas lecturas positivas del partido pero también las hay negativas, volvemos a fallar muchas ocasiones y algunas claras, y volvemos a tener despistes atrás y ciertos despistes tácticos, aunque en este aspecto creo que se le dio una lección al rival, debemos ajustar un poco mas las distancias entre las lineas, pero bueno seguiré con mi linea de no comentar estos aspectos aquí, diré también que hicimos algo que durante toda la temporada no habíamos echo, igualar hasta por dos veces el resultado, el equipo empieza a confiar en lo que hace, es mas incluso al final parecía que queríamos la victoria mas nosotros que ellos, el entrenador rival una vez finalizado me comento que había momentos que no sabia que equipo tenia 4 o 15 puntos por lo que se reflejaba en el campo, y eso nos tiene que hacer pensar que somos capaces de todo, teniendo en cuenta que no debemos bajar la intensidad con la que estamos jugando, ahora tengo la sensación que los chavales si acaban cansados los partidos.

Del arbitraje comentare poco, me expulsaron el la primera parte, nos pitaron un penalty a favor que fue el 2-2 y debió sacar una tarjeta mínimo amarilla, y en el 94 se comió un penalty a metro y medio de el, desentendiendose de todo y pitando el final dejando a mi jugador tirado en el área, adjunto la foto de su pierna, penalty reconocido por el equipo rival, entrenadores y jugadores, bueno el sonido de la patada lo oyeron hasta en el peaje, sin comentarios.



No debemos de todas formas caer en las excusas arbitrales, estamos hay y debemos sacar esto jugando, porque si no, no veremos las carencias que tenemos que son algunas, lo dicho buen partido seguimos en ese camino, no debemos ver la clasificación ya he dicho que hay que salvarse en la 34 y como le dije a un jugador hoy comimos miguitas ya que tenemos hambre de estar mucho tiempo en ayunas, cuando estemos empachados iremos a por el postre.

Comentar en el aspecto personal que ha sido una semana dura y difícil, ya lo comente en la anterior crónica que iba a ocurrir lo que mas o menos ha pasado, cuatro jugadores ya no están se han apeado del tren, y por suerte el equipo como pedí, me han arropado están hay, haciendo piña dentro del vestuario, una cosa esta clara, quien no crea en lo que se esta haciendo o este incomodo o lo que sea, es libre de marcharse, los que están cada día a base de caerse y de tropezarse se están haciendo mas fuertes, y la gente que vio el partido el otro día lo puede corroborar, no cayeron en el pesimismo ante el resultado adverso supieron sobreponerse, bueno no me enrollo mas, estamos en el buen camino, seguimos trabajando y intentando mejorar las muchas cosas que aun quedan.
Me dejaba algo importante, al acabar el partido y con un poco de euforia sobre todo por el trabajo bien hecho, varios chavales me recordaron que el equipo ha hecho historia, han batido el record de puntos obtenidos por un juvenil de la Unificació Bellvitge en Liga Nacional, la anterior vez fueron cuatro puntos en toda la Liga, bueno me prometieron seguir haciendo historia, LA LEYENDA LA IREMOS JORNADA A JORNADA AGRANDANDO.

viernes, 21 de noviembre de 2008

EL JEFE SILENCIOSO


Hay un anuncio, supongo que de una marca de prendas deportivas, en el que un niño de barriada juega en un solar con un puñado de estrellas del fútbol. En su equipo no falta ni Beckenbauer. ¿Se han fijado en la expresión del niño? Está serio. En otro anuncio, supongo que de una marca de la competencia, un Ronaldinho niño-adulto ríe mientras hace malabarismos con el balón. Algo no encaja en esa segunda fantasía publicitaria ni, ya puestos, en la sonrisa permanente de Ronaldinho. Nietzche dijo que el hombre alcanza la madurez cuando recupera la seriedad con que jugaba de niño; la primera parte de la frase es discutible, pero la segunda no. Cuando un chaval quiere divertirse de verdad, lo hace en serio. El juego auténtico es incompatible con la broma.

Hablamos de Pirlo, el tipo menos sonriente del Calcio. El que menos habla. El que no bromea nunca. El técnico italiano, Marcello Lippi, le llama el jefe silencioso. Tiene los pies brasileños, la imaginación mediterránea y la expresividad facial de un notario escandinavo con ardor de estómago.

No le ha sido fácil llegar hasta aquí. Debutó en Primera a los 16 años, como los genios, pero ya en aquel Reggina-Brescia de 1995 empezó a notarse que le costaría encajar en el fútbol contemporáneo. Y sus problemas se acentuaron con el tiempo. Jugaba como media punta, un puesto escaso en el calcio y reservado a los Baggio, los Zola, los Totti, futbolistas que además de buenos son carismáticos y satisfacen la demanda publicitaria. Pirlo era bueno, pero no tanto. Y nunca se lo disputarán los anunciantes porque tiene su rostro ofrece sólo dos opciones, amenaza o pésame. El otro problema era físico: poca estatura, poco peso, poca fuerza.

Del Brescia pasó al Inter, que no supo qué hacer con él y lo cedió a la Reggina, luego al Brescia y por fin, en una nueva muestra del supremo talento interista para la autolesión, al Milan. El fichaje del pequeño incomprendido que no sonreía nunca fue un golpe de genio de Carlo Ancelotti, un tipo que aprovecha a sus futbolistas tan bien como Capello pero, a diferencia de Capello, no los quema. Ancelotti recomendó a Pirlo que se olvidara de la media punta y le envió todo un año al gimnasio para que adquiriera músculo. En los entrenamientos le metía entre los mastines, gente como Maldini, Costacurta y Gattuso, y le hacía defender. Pirlo, por su cuenta, pulía de forma obsesiva su toque. Del experimento salió un monstruo ligero como una ardilla y tenaz como un rotweiller, con la cabeza de un mariscal y el sentido práctico de un zapador. Pirlo es ahora la clave del Milan.

El juego no es juego, decíamos, si no se toma en serio. La ironía, la sonrisa, la broma y el colegueo mejoran el ambiente y el espectáculo, pero resultan ajenos al rito misterioso que concentra todas las leyes del universo en un reglamento, que reduce todo el espacio a un rectágulo de 90 por 65 y suprime cualquier futuro posterior al silbido final. Pirlo conoce el secreto del juego. Juega serio, como un niño.

por Enric González

MATRIX


Los asesinos vocacionales se dividen en dos categorías: los organizados y los desorganizados. Los organizados son fieles a un modus operandi y planean con cuidado sus crímenes: un ejemplo clásico es el de Henri Landru, guillotinado en 1922 por el asesinato de 10 mujeres (a las que robó todo el patrimonio) y un muchacho. Los desorganizados improvisan en cuanto se les ofrece una ocasión o cuando se les dispara el ansia de matar, generalmente asociada al deseo sexual: el paradigma es Jack el Destripador, que en 1888 asesinó y mutiló a cinco prostitutas en Londres.

La clasificación organizado-desorganizado resulta igualmente útil en el ámbito de los futbolistas antideportivos. Los organizados son metódicos y suelen elegir con antelación a su víctima: insultan, provocan, pegan discretamente y con eficacia, cuentan con un plan de emergencia (en caso de apuro, alegan que los agredidos son ellos) e intentan coleguear con el árbitro igual que los asesinos procuran establecer vínculos con la policía.
Pavel Nedved, interior del Juventus, es un gran organizado.

Los desorganizados son los que no pueden resistir la tentación de cometer una burrada. Muchos de ellos son encantadores fuera del estadio, visitan a los niños en el hospital y ayudan a los compañeros en dificultades. Pero en cuanto pisan hierba se les cruzan los cables. Quizá resulten menos despreciables que los organizados; son, sin duda, más peligrosos. Hacen faltas terribles, y, en consecuencia, coleccionan sanciones. Que no sirven de gran cosa, porque las cumplen y vuelven a las andadas.

El más notable desorganizado del calcio es Marco Materazzi, central del Inter, también llamado Matrix por su afición a la patada voladora.

Materazzi encabeza la lista de los personajes detestados en el fútbol italiano. El codazo a Sorín en la eliminatoria europea frente al Villarreal fue tremendo, pero nada particular en el historial de Matrix, capaz de alcanzar niveles de violencia realmente extraordinarios. En un Milan-Inter de 2003 le pegó a Shevchenko una patada en las costillas. Un año después, en otro Inter-Milan, clavó la puntera en el pecho de Inzaghi. Luego se ganó dos meses de descalificación por pelearse a puñetazos con Cirillo, del Siena, en el túnel de vestuarios. En octubre pasado realizó una entrada estremecedora a Ibrahimovic. Un senador de la posfascista Alianza Nacional propuso que Materazzi fuera juzgado "como un delincuente común".

El temible Matrix carece del cinismo de los defensas organizados, fieles a un viejo lema italo-argentino ("si sobresale de la hierba, pégale duro; si resulta que es el balón, paciencia") porque lo suyo es el gore irracional, la locura repentina, la violencia gratuita. Su padre, el técnico Giuseppe Materazzi, ha tenido que pronunciar más de una vez la frase "mi hijo no es un asesino", más propia de las crónicas de sucesos que de las páginas deportivas. El propio Matrix llamó una noche a un programa de televisión para gimotear que sus condiciones técnicas eran mediocres y que a veces no podía controlarse. Internet está lleno de insultos a Materazzi. Algunas páginas, como loscarsomaterazzi.splinder.com se dedican en exclusiva a eso, a insultar al "carnicero" Materazzi.

La justicia deportiva hace poco. Hay, sin embargo, otra justicia: la del balón. Ayer funcionó. Empoli-Inter, minuto 92, 0-0. Materazzi controla un balón junto a la línea del centro del campo y, en un arrebato de inspiración, decide cederla hacia atrás. Suelta un globo que pasa por encima del portero y marca, en propia meta, el gol más hermoso de su vida.

La cara que se le quedó a Matrix valió por varias sanciones.

Enric González es autor de Historias del Calcio

jueves, 20 de noviembre de 2008

Y EL PAISITO CALLÓ MARACANÁ


"Fue la primera vez en mi vida que escuché algo que no fuera ruido. Sentí el silencio".

Juan Alberto Schiaffino, jugador uruguayo autor del primer gol de la Selección de Uruguay en la final del Mundial Brasil 1950.

“Sólo tres personas han dejado mudo el estadio de Maracaná: el Papa, Frank Sinatra y yo”.

Alcide Ghiggia, jugador uruguayo que marcó el gol del triunfo de Uruguay en la final del Mundial Brasil 1950, el Maracanazo.

LA REVOLUCIÓN DE EPAMINONDAS


Los espartanos disponían de la mejor infantería de la antigua Grecia. Sus soldados eran valientes, austeros y disciplinados y dejaron en la memoria el sacrificio de las Termópilas. Tenían un defecto, sin embargo: cargaban con un tradicionalismo casi congénito que les impedía innovar sus tácticas. Lo hacían todo como siempre. Sus propios orígenes míticos establecían un orden eterno: decían haber sido un pueblo levantisco y caótico hasta que el rey Licurgo les dio unas leyes inmutables. Según Plutarco, Licurgo adivinó el punto débil de Esparta y "prohibió que se realizaran frecuentes campañas militares contra un mismo enemigo para evitar que éste aprendiera el arte del combate".

Tebas fue enemiga de Esparta. En 371 ya había aprendido todo lo necesario de los espartanos y, bajo el mando de un genio llamado Epaminondas, realizó sus propias invenciones: creó una unidad de élite compuesta por 150 parejas homosexuales, la colocó a la izquierda de la formación de falanges -el flanco derecho era hasta entonces el más fuerte- y se habituó a atacar con columnas de 50 filas de profundidad. En la batalla de Leuctra, Tebas acabó con Esparta.
El ejemplo de Esparta ha sido siempre tenido en cuenta por los estrategas. Fabio Capello, leído e informado, sabe que la mayor flaqueza de su Juventus, una máquina de guerra que juega de memoria y ataca sin respiro, es la previsibilidad. Tiene grandes dificultades cuando el contrario lo imita y añade un poco de imaginación.

Cuando Capello abandonó el Roma para mudarse a Turín, hace casi dos años, dejó un equipo espartano. Estaba lleno de genios, pero se había habituado a moverse de manera determinada. Ni el efímero Prandelli, ni Voeller, ni Del Neri ni Conti hallaron el truco para reordenar una herencia envenenada: el Roma era una peña de tipos locos que podían cometer cualquier disparate, pero no imaginar un juego sin tres puntas y medio centro, el que, con Capello, les había dado su único scudetto contemporáneo. Hasta cierto punto, la suya fue una crisis espartana.

Hasta que llegó Luciano Spalletti para ejercer de Epaminondas. La primera mitad del curso presentó las mismas dificultades, agravadas por la ruptura con Cassano, que añoraba la tradición capellista. Cuando se fue, sólo quedó un delantero decente en la plantilla, Montella. Pero Montella se rompió. La crisis era tan grave que cualquier experimento, por peligroso que fuera, estaba justificado. En su revolución, Spalletti no echó mano de parejas homosexuales, sino de centrocampistas. ¿Había dejado Capello la herencia de las tres puntas? Pues se acabaron: portero, cuatro defensas y seis medios. En la pizarra, la posición teórica de ariete le tocó al gran Totti. En la realidad, el Roma adoptó el mecanismo de un motor de seis cilindros, con los pistones subiendo y bajando continuamente y sin dar al contrario puntos de referencia.

El fantasma de Capello quedó olvidado, el juego volvió a embelesar y el Roma encadenó once victorias ligueras consecutivas, batiendo las marcas del calcio. La última, la mejor: a domicilio, en el derby contra el Lazio, pese a la ausencia de Totti. La Gazzetta dello Sport decía ayer que el prodigioso magma centrocampístico de Spalletti disponía de un precedente en el mítico Honved, húngaro, de los 50. Nada más y nada menos.

Este texto fue cerrado antes de que se disputara el Roma-Inter de anoche. Fuera cual fuese el resultado, Spalletti-Epaminondas se había convertido ya en el entrenador del año y en la única alternativa auténtica a Capello-Licurgo.

Enric González es autor de Historias del Calcio

miércoles, 19 de noviembre de 2008

CREER EN DIOS


"Aquel gol que le hizo Maradona a los ingleses con la ayuda de la mano divina, es por ahora la única prueba fiable de la existencia de Dios".

Mario Benedetti, escritor uruguayo

SEGÚN AUSTER


El fútbol es un milagro a través del cual Europa encontró una forma de odiarse sin destrozarse".

Paul Auster, escritor estadounidense

EL GOL Y LA MEMORIA (2 y final)


Mundiales. Como Italia 90, mi último mundial argentino, en el que la selección llegó, nuevamente, a jugar la final contra Alemania. Aquel mundial había sido la crónica de una decadencia anunciada: el equipo nacional era casi el mismo, pero cuatro años más desencantado; y su tótem, Maradona, no era el mismo sino uno más gordo, lesionado y mascando quizá su inminente tragedia. Aquélla fue una triste manera de despedirme del país y del gran fútbol. Poco después mi familia abandonó Argentina y, para el mundial siguiente, el equipo que veía por la televisión, al calor del verano, vestía de rojo e invocaba una vaporosa furia como principal argumento ganador.

Jorge Valdano, que es quien mejor comprende (como lo supo Grecia) que el deporte es un síntoma de muchas otras cosas, publicó hace unos años el primer tomo de ese acto de redención que fueron los Cuentos de fútbol. El año anterior, en 1994, había tenido lugar el siguiente mundial en Estados Unidos. Aquél fue el segundo adiós de Maradona, que, como todos los mitos, nunca se retiraba del todo. Y lo más curioso es que, acaso sin saberlo, en el mismo año de la consagración de Maradona, Valdano había escrito un artículo en la Revista de Occidente que, en cierto modo, definía la fatalidad de su compañero de selección. Al margen del asombro que causó que un futbolista conviviese con la élite intelectual en las páginas de una publicación académica, aquel artículo sobre el miedo escénico comenzaba afirmando que “el jugador es un actor obligado a representar una obra desconocida frente a un adversario que se empeña en impedírselo”. Eso fue, precisamente, lo que le sucedió al 10 argentino: personaje adorado, actor de sí mismo sobre el césped, él estaba obligado a desempeñar cada partido su papel de genio. Y, como alguna vez le he oído decir a Valdano, ser Maradona no debía de ser fácil para Maradona. Ahora bien, ¿quién le impidió serlo hasta el final, quién se empeñó en que Diego dejase de ser él? Propongo tres posibles respuestas, todas ciertas a mi juicio: los defensas rivales; la FIFA y sus extraños reglamentos, que toleran o castigan según a quién, según qué y según cuándo; y Maradona mismo. Su personaje escénico.

Ante el próximo Mundial. Muy distinto, hoy día, resulta ya el personaje de los mejores futbolistas nacionales. Los ídolos españoles se comportan como deben dentro y fuera del campo. Por eso nunca caerán como otros ídolos pero, tal vez por eso, tampoco volarán nunca tan alto. (...) Esperemos poder mirar los partidos con otros ojos, y perseguir los viajes imprevistos del balón, y acaso ver por fin una final sin bostezar, pendientes de las estrellas sobre el césped. Y sólo así, tal vez, podamos al fin sentirnos como los poco viriles pero sin duda felices amantes de aquel poema de Rilke -David y Saúl- y exclamar frente a la pelota: somos casi como un astro que gira.

Andrés Neuman, escritor argentino

domingo, 16 de noviembre de 2008

POLVORA MOJADA

El titulo dice un poco lo que ayer nos paso en la derrota, si perdimos otra vez y van ya unas cuantas, y perdimos como casi siempre solemos hacerlo, dando una buena imagen teniendo ocasiones de gol, y cometiendo errores, en el primer gol encajado, pero también es de justicia decirlo en los goles que no metemos, porque las ocasiones que tuvimos con el O - O no podemos ni debemos fallar.
No voy a entrar en detalles técnicos que cometimos errores básicos ni tácticos que también los hubieron, solo diré que el equipo esta en una dinámica mal de resultados pero buena en su juego, se que lo que premia ahora mismo y YA son los resultados, pero es lo que tenemos, el resumen de ayer es simple, nosotros pusimos las ocasiones y el rival los goles, rival por cierto decir que es uno de los mejores a los que nos hemos enfrentado, en todos los aspectos y yo personalmente su filosofía en el juego es la que me gusta practicamente en todos sus esquemas, y eso hace que todas esas ocasiones que tuvimos y el buen juego realizado deba dar moral a los chavales que se lo merecen, están tocados, pero no hundidos, debemos aprender y valorar lo ocurrido ayer, y por supuesto corregir lo de ayer y lo de toda la semana.
He hablado con jugadores con peso en el equipo y me transmiten moral y optimismo, es difícil muy difícil pero cosas mas difíciles he visto en el mundo del fútbol y yo les he repetido hasta la saciedad, que hay que salvarse en la jornada 34,no ahora pero para eso se que debemos estar vivos ese día, pero si lo estamos que nadie dude que nos salvaremos después de todo lo que estamos pasando.
Confió en los que están, y mucho, ellos están confiando en nosotros y el circulo cada vez se va cerrando, esta semana va a ser muy dura y difícil para mi, se que va a ser complicada y del equipo esta de que no me quede solo en lo que vaya a ocurrir de que estén hay para apoyar a los entrenadores si la cosa pinta mal, esta semana se vera quien esta con los entrenadores.
Una cosa esta clara, de este barco yo no saltare pero ni al final, si se hunde ( que no sera así ) yo me hundiré con el, hay gente y es licito que saltan ahora, yo en la vida una cosa tengo clara, nadie me regala nada hay que ganárselo, siempre, con el trabajo y la constancia todo llega, esto que estamos pasando ahora, nos hace fuertes y duros, cuando pase un tiempo y lo recordemos, y recordemos lo putas que lo pasamos pero como salimos a base de estar unidos de esforzarse cada día de superar todos los obstáculos, cuando recordemos eso sabremos lo orgullosos que estábamos de la gente que nos rodeaba y por supuesto el valor de ese esfuerzo no se podrá comparar con nada.
Chavales esta semana mas, con confianza, con la cabeza bien alta, y a por todas, no nos queda otra.

lunes, 10 de noviembre de 2008

PRIMERA VICTORIA

Se que dije que estaría algún tiempo sin escribir, pero es de justicia que después de relatar tanta derrota, relate algo de optimismo y de victoria.
Es cierto ganamos, no es una utopía, hemos conseguido ganar ante un buen equipo y bien, 0 - 3, cuando empezamos un 7 de Agosto nadie esperaba que esto fuera tal y como esta ahora, y después de mucho trabajar y sacrificio se ha ganado.
Quisiera por la parte que me toca, dedicar esta victoria, mi primera en mi historia como entrenador en Liga Nacional ( espero que haya más ), a la UNIFICACIÓN BELLVITGE, a todos las personas que la componen, jugadores, compañeros entrenadores, a las personas que trabajan y aportan su grano de arena, a los dirigentes, a los coordinadores y al presidente, porque? es fácil todos ellos de una manera u otra me han apoyado en los malos momentos que estamos pasando y por extensión también lo han hecho al equipo, me han dado muestras de cariño y afecto unos, y otros un apoyo moral e incondicional, no se que ocurrirá mañana, pero hoy es así y hoy yo y los que están conmigo rompiéndose los cuernos, seguiremos apostando por sacar esto adelante. gracias a todos ellos porque esta primera victoria es vuestra.
Estoy contento por los chavales, SE LO MERECEN, han estado trabajando duro desde hace meses, por conseguir que todo el trabajo que llevan acumulado de una vez por todas se viera reflejado en un buen resultado, la euforia se desato en el vestuario una vez acabado el partido, y es eso precisamente que lo tienen que retener esa sensación, también de las victorias se aprenden y deben aprender como se gesto y que camino se ha tomado para conseguirlo, y no salir de el, que esta victoria no sea una simple anécdota, que tenga continuidad en la forma y en el resultado.
Como entrenador me siento feliz por ellos, por sus caras de cansancio mezclado con felicidad y también porque todos los goles lo celebraron con el banquillo y una vez acabado el partido la victoria también, los dieciséis jugadores que estuvieron en el partido fueron una autentica piña y los compañeros que estuvieron en la grada también, felicitar a los padres que fueron porque no dejaron de animar durante todo el partido , felicitarles por ovacionar a los chavales cuando fueron saliendo de la ducha, y gracias por la ovación que el equipo técnico recibió cuando salimos del campo, gracias por el apoyo.
Y nada esto ha de continuar, no debemos conformarnos, y debemos y tenemos que exigirnos mas, ya sabemos que camino de los muchos que hay debemos tomar para alcanzar la cima.
En lo personal decir que cuando llegue a casa a las tantas, al entrar por la puerta y les dije que ganamos, mis hijas se me echaron encima, y la mayor con una sonrisa de oreja a oreja y con cierta chulería me dijo -. te lo dije, y acabo diciendo .- ganareis muchos partidos a partir de ahora.

domingo, 2 de noviembre de 2008

SIN TITULO

La verdad es que no se que titulo poner a lo ocurrido hoy, como algún mensaje que me ha llegado esta noche hay alguno que no sabe como hemos podido dejar esta oportunidad por engancharnos en la liga.
La crónica de hoy sera corta y austera, no me apetece mucho escribir el animo no esta para grandes parrafadas. Hoy debíamos haber salido a morir en el intento, el hecho de plantearnos el partido como una final, quería ver de que pasta estaban hecho los chavales, si tenían carácter suficiente como ante la presión de sacar el resultado adelante si serian capaces de afrontar el reto, sobre todo sabiendo que jugaban ante un rival muy directo y en casa con el " calor " del publico.
No voy a entrar en cuestiones técnicas ni tácticas, Raúl y yo hemos estado repasando a las tantas de la noche durante una hora y pico el partido detalle a detalle, y son muchos detalles.
La esencia de este maravilloso deporte es el gol.
Del partido no voy a decir nada mas, solo comentare que el Presidente me ha pedido entrar en el vestuario una vez finalizado por supuesto que se lo he dado,es la primera vez que lo hace esta temporada es mas no suele hacerlo y nada ha entrado para dar ánimos a los chavales para darles confianza, ( hace unas semanas el coordinador también lo hizo ), pues eso intentar levantarles el animo, luego a pasado varias cosas dentro de ese vestuario, que quedaran hay.
GRACIAS ANGEL ( presi ), y a SOBRERO por toda la confianza, no os vamos a defraudar, lo seguiremos intentando.
Al equipo no le voy a decir nada creo que ya les he dicho mucho, y el lunes a trabajar, hasta altas horas de la madrugada he ido recibiendo algún mensaje que otro con gente que no puede dormir y le esta dando vueltas a lo ocurrido tanto en el campo como fuera.
Agradecer a los chavales que están con los entrenadores y sufriendo de verdad por la situación en la que estamos.
Y nada para acabar diré que de momento dejare de escribir en el blog, iré entrando por si alguien escribe para publicarles el comentario, mis motivos tengo, supongo que el día que ganemos quizás me anime, y nada que hoy estoy tirado y hundido en la lona, y mañana me levantare como siempre he hecho cuando me tiran y me volveré a levantar y lo haré SIEMPRE, porque y no me canso de decirlo, TENGO EL SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD MUY ALTO Y EL ORGULLO Y LA AMBICIÓN, y todo aquel que no le entienda así.....
Aunque no lo van a leer hoy esta ultima crónica aunque sea como es triste y apática en su contenido va dedicada a mis hijas, por sus abrazos y ternura, estaban esperándome con impaciencia y cuando he entrado por la puerta y me han visto tan abatido, se me han tirado encima, la mayor ha sido muy explicita, la próxima vez es la buena papa.
 
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