La primera fue pactar la extinción obligada del contrato en caso de que las cifras del acuerdo saliesen a la luz. No quiere ser portada ni tener ese tipo de protagonismo. Máxima confidencialidad. Una filtración de esas que suelen ser un habitual significa que Guardiola es libre. Si no está cómodo se irá sin tener que pagar indemnización alguna. Resultante lógica, quiere rigor, profesionalidad y respeto.
La segunda fue el punto de partida económico. Ser el entrenador mejor pagado del fútbol español. Se lo ha ganado, cuestión de productividad. Nadie ha ganado más en menos tiempo. Un paso por delante de cualquier otro es el punto de partida para sentarse a hablar, no es un detalle que tenga referencias económicas sino más bien alusiones jerárquicas. Ha demostrado ser indiscutible y su salario debe ser acorde con otros entrenadores mediáticos firmados a bombo y platillo. Con su renovación Guardiola es el mejor pagado. Lo merece, productividad máxima. No es cuestión de dinero, probablemente no lo necesita y si así fuese, cogería camino recto para firmar por el City si de competir se tratase o de Qatar para otro tipo de vida.
Con estos conceptos toca hablar de futuro. Empecemos por el final. Un entrenador, desde el momento de la firma, siempre descuenta días. Por más victorias que sume y títulos que levanten sus equipos, el crédito es efímero aunque Guardiola ha sentado cátedra. Puede que sea más que Cruyff para el barcelonismo. Comparativa compleja pero exacta cuando se pueda percibir la perspectiva de un Pep alejado y un Barça más necesitado de encontrar soluciones.
Sandro, con algún roce con Guardiola por temas de plantilla y refuerzos, tiene preparado al sustituto. Sabe quien será, sus candidatos están definidos aunque no tiene dudas de que Guardiola estará hasta que él quiera. Rosell está atento a que un día puede ser el último. Legítimo. No se alarmen, no está cerca ese día por más que Guardiola haya dado un toque ya que la RAI no necesita saltarse a la torera el código deontológico para semejante minucia de declaraciones.
Tras el plan de choque de Rosell está Guardiola. El Barça ganó al Villarreal con niños, cinco jugadores por debajo de 22 años, con Messi a medio tiempo sin central zurdo y tirando de profundidad de plantilla. Llega Sergi Roberto, Fontás ya está, Bartra es una opción y podría citar a varios más que tienen perfil del primer equipo. Además, los fichajes. Cesc sabemos como está, Jeffren y quizás Bojan se irán. Llegará un delantero, un central y puede que un zurdo profundo. No será este año, y el próximo puede que tampoco. Pep sabe que si algo tiene su equipo es futuro, su fecha de caducidad no está próxima; el mismo Guardiola la desconoce. No responde ni a plazos ni a espacio adecuados. No hay caducidad, será un ciclo largo. Serán los jugadores los que echen a Pep. Mientras le escuchen, no hay más que hablar.
por Marcos Lopez
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