A las 15:03, hora en la que se estrelló hace 50 años en Múnich el avión de la BEA que llevaba de vuelta a casa al Manchester United, el Reverendo John Boyers, capellán del club, comenzó el servicio religioso en recuerdo de las 23 víctimas del accidente, ocho de ellos futbolistas. Un millar de personas acompañaron a todos los supervivientes (entre ellos el mayor mito de la entidad, Bobby Charlton) y familiares de las víctimas en un sencillo y emocionante homenaje realizado en Old Trafford.
Numerosas autoridades locales y representantes del fútbol británico acompañaron al Manchester en el día que se honraba la memoria de los fallecidos, los famosos Busby Babes. El acto incluyó un mensaje del Príncipe Carlos de Inglaterra y palabras de Charlton, que recordó la inmensa calidad de aquella generación: "El equipo que fue diezmado en Múnich hubiese sido el primer conjunto británico en ganar la Copa de Europa". Sentados junto a él estaban Harry Gregg, Albert Scanlon, Bill Foulkes y Kenny Morgans, los otros futbolistas que sobrevivieron al desastre. Wayne Rooney puso la nota de ilusión: "Ganar la Champions en un año tan importante sería el mejor homenaje a los Busby Babes". Mientras, miles de aficionados se concentraron en los exteriores de Old Trafford. Las flores inundaron los distintos monumentos en memoria de los fallecidos que rodean al Teatro de los Sueños.
Simultáneamente, más de 400 seguidores del Manchester United realizaron una misa en el lugar exacto de Múnich en el que se estrelló el avión. Karl Heinz Rummenigge, presidente del Bayern Múnich, quiso sumarse al homenaje. "Aquel 6 de febrero de 1958 fue un día negro en la historia del Manchester United y también en la de todo el fútbol", dijo el mandatario bávaro.
Numerosas autoridades locales y representantes del fútbol británico acompañaron al Manchester en el día que se honraba la memoria de los fallecidos, los famosos Busby Babes. El acto incluyó un mensaje del Príncipe Carlos de Inglaterra y palabras de Charlton, que recordó la inmensa calidad de aquella generación: "El equipo que fue diezmado en Múnich hubiese sido el primer conjunto británico en ganar la Copa de Europa". Sentados junto a él estaban Harry Gregg, Albert Scanlon, Bill Foulkes y Kenny Morgans, los otros futbolistas que sobrevivieron al desastre. Wayne Rooney puso la nota de ilusión: "Ganar la Champions en un año tan importante sería el mejor homenaje a los Busby Babes". Mientras, miles de aficionados se concentraron en los exteriores de Old Trafford. Las flores inundaron los distintos monumentos en memoria de los fallecidos que rodean al Teatro de los Sueños.
Simultáneamente, más de 400 seguidores del Manchester United realizaron una misa en el lugar exacto de Múnich en el que se estrelló el avión. Karl Heinz Rummenigge, presidente del Bayern Múnich, quiso sumarse al homenaje. "Aquel 6 de febrero de 1958 fue un día negro en la historia del Manchester United y también en la de todo el fútbol", dijo el mandatario bávaro.
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