el barco ha sobrevivido a todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.
Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.
Walt Whitman
2 comentarios:
Hechos como este nunca se acaban de entender. No hay una respuesta que expliquen estas cosas...
Con el recuerdo aún de Antonio Puerta, con demasiados paralelismos, tanto en su vida personal como en la profesional.
El otro día leí que han montado un equipazo en el cielo. El centro de la defensa y la banda izquierda la tienen bien cubierta, de eso podemos estar seguros.
el verano pasado entre por la puerta 16 del campo del sevilla i este por la puerta 21 del campo del espayol de verdat k lo pase mal en los dos espero no entrar en ninguna puerta mas de esa manera descansar enpaz figuras el palangana
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