Los 6 episodios sufridos hasta ahora en el Barça están en línea con el promedio histórico reciente, sin que haya una causa común que los explique
La de Iniesta es la tercera rotura fibrilar del bíceps femoral (isquiotibiales) que sufre la plantilla del Barça en este inicio de temporada y la sexta lesión muscular del grupo. Pese a lo aparatoso de la cifra, es bastante parecida a la del curso pasado, cuando en un período competitivo similar se produjeron cinco lesiones de tipo muscular, y está en línea con la estadística de los últimos seis años, sin que exista ninguna certeza de que haya una causa común entre las seis lesiones.
Los seis episodios sufridos este curso han afectado a cinco jugadores: Afellay, Alexis, Piqué, Adriano e Iniesta. En el caso del chileno ha sufrido dos lesiones, pero de origen totalmente distinto: una pequeña elongación del recto anterior izquierdo causada por un resbalón en el calentamiento (17 de agosto, cinco días de baja) y una grave rotura de 8 centímetros en el bíceps femoral durante un sprint (10 de septiembre, ocho semanas de baja). Las lesiones han afectado a tres músculos distintos: el gemelo (Piqué), el recto anterior (Alexis) y el bíceps femoral (Adriano, Alexis e Iniesta). De los seis episodios sufridos, dos han sido leves (Adriano y el primero de Alexis), tres moderados (Afellay, Piqué e Iniesta) y uno grave (la rotura de Alexis). Esta distribución coincide a la perfección con las estadísticas lesionales que el comité médico de la UEFA parametrizó entre 2003 y 2007 en el fútbol europeo.
¿POR QUÉ EL BÍCEPS FEMORAL?
Dicho estudio evidenció que una plantilla sufre entre 10 y 14 lesiones musculares por temporada. Sin embargo, el promedio en el Barça es superior, como se comprueba con los datos de las últimas seis temporadas. En la 2005-2006 se acumularon 22 lesiones musculares; 16 en la siguiente; 26 en la 2007-2008; 19 en el primer año de Guardiola; 24 en la 2009-2010; y 18 el curso pasado, lo que arroja un promedio real de 21 lesiones por temporada. La explicación de que el Barça sufra mayor número de episodios musculares que el promedio europeo es sencilla: disputa muchos más partidos que la mayoría de equipos encuestados y el riesgo de lesionarse en un partido es entre 4 y 6 veces más frecuente que durante los entrenamientos. Es el promedio de 21 episodios musculares por año el que debe tenerse en cuenta en el caso del Barça.
Las lesiones en el músculo bíceps femoral son las más comunes en los futbolistas y suponen el 30% del total de episodios musculares en una plantilla. Se la denomina también “lesión del velocista” y acostumbra a producirse en un sprint, un cambio de ritmo o un chut debido a la aplicación de una fuerza tensional superior a la resistencia del tejido cuando está en contracción activa (contracción excéntrica). En esta lesión sí se evidencia de manera empírica y con cierta certeza científica (y no como en otras de menor gravedad) la regla de “tantos centímetros de longitud, tantas semanas de baja”. La duración prevista de la recuperación es la estimación protocolizada en función de la afectación de las fibras, la lesión del tejido conectivo y la aparición de hematoma.
¿HAY ALGUNA CAUSA COMÚN?
En las seis lesiones sufridas hasta el momento no existe ningún hilo conductor que permita establecer una causa común, por más que resulte muy mediático intentar encontrar una fuente única como causante de este problema. Piqué sufrió molestias en el soleo desde el primer entrenamiento en el mes de julio. De hecho, ni siquiera llegó a realizar cargas intensas de trabajo como sus compañeros. Afellay, como Iniesta ayer, sufrió la clásica rotura de isquiotibiales durante un sprint. Adriano sólo tuvo una leve elongación debida, según todos los indicios, a la fatiga. Y las dos lesiones de Alexis fueron totalmente opuestas y sin relación alguna, fruto de un resbalón en el primer caso y de un movimiento muy brusco de extensión-contracción tras un largo sprint y ser trabado por un defensa en el segundo.
Las investigaciones médicas han acotado las causas posibles de una lesión muscular, pero las consideran causas aproximadas o probables, nunca certezas científicas. En los casos que nos ocupan se podrían citar la mayoría de las causas estandarizadas, entre las que tendrían cabida dos que se han producido sin ninguna duda: un período de preparación dificultoso (gira americana, poco entrenamiento, mucho calor) y una gran intensidad competitiva motivada por la disputa de las dos supercopas con escasa preparación. Pero que estas dos razones hayan podido influir en alguna de las seis lesiones no significa que sean la causa auténtica de ellas, ni permite establecer ningún nexo común de unión.
En las tres temporadas completas más este principio de la cuarta en que Guardiola dirige el equipo, los preparadores físicos, médicos y fisioterapeutas han aplicado los mismos métodos de entrenamiento e idénticos ejercicios de prevención y carga, sin introducir modificaciones ni cambios significativos. El equipo, además, ha realizado todos los veranos giras de pretemporada y sufrido rigores de calor muy similares. La pasada temporada, la mayoría de problemas musculares se produjeron en el músculo abductor (seis roturas y una contractura), en tanto el bíceps femoral ocupó un puesto secundario (cuatro roturas, dos de ellas de Milito).Tampoco entonces se había producido la menor modificación en los parámetros de prevención y entrenamiento, ni existió la menor causa cierta por la que el abductor resultó más afectado que otros músculos.
¿CÓMO SE CURAN?
En su “Guía Práctica de las lesiones musculares”, el Barça tiene protocolizados la epidemiología, diagnóstico, tratamiento y prevención de las lesiones musculares. Sin embargo, los servicios médicos acostumbran a ser opacos en las informaciones acerca del diagnóstico real de las lesiones. Así, en el caso de Iniesta se han limitado a señalar que sufre una rotura del bíceps femoral, sin mencionar en que porción concreta ni en qué grado, aunque medida entre 3,5 y 4 centímetros. Lo más probable es que se trate de una lesión de grado II y de la porción proximal del músculo, por tanto moderada, con lo que se le aplicará el denominado Protocolo 1, que consta de cinco fases progresivas.
En el caso de Alexis, sabemos que la lesión afecta al tendón común de los isquiotibiales, lesión compleja que se produce en el bíceps femoral y en estrecha relación con el semitendinoso. En el argot médico se denomina “cremallera alta”, simbolizando la forma en que se abre la cremallera de unos pantalones. Su longitud ha sido medida en 8 centímetros y se le ha aplicado el Protocolo 2, que consta de siete fases distintas y se aplica a los episodios considerados graves.
El principio básico del tratamiento que recibirán ambos jugadores es que la lesión muscular ha de ser curada con una movilización y funcionalidad precoces, en especial a partir del tercer día, pues eleva la vascularización del tejido herido, aumenta la regeneración de las fibras musculares, mejora la fase final reparativa, evitando cicatrices fibrosas, y recupera mejor las características viscoelásticas y contráctiles del músculo.
¿CÓMO SE RECUPERAN?
Durante los tres primeros días a partir de la rotura el tratamiento que reciben es el denominado RICE, acrónimo inglés de Rest-Ice-Compression-Elevation, es decir, Reposo-Hielo-Compresión-Elevación. El reposo tiene por objetivo evitar futuras retracciones de la rotura y reducir el hematoma. La crioterapia con hielo también reduce dicho hematoma, disminuye la inflamación y acelera la reparación. La compresión posee un efecto antiinflamatorio muy potente. Estos dos instrumentos, hielo y compresión, se combinan repitiendo intervalos de 15 a 20 minutos de duración cada 3-4 horas. Asimismo, el protocolo barcelonista aconseja sesiones de electroterapia y masaje de tipo drenaje en estas primeras jornadas.
El primer, tercer y quinto día, la lesión es analizada mediante ecografías, que se repetirán, en el caso de Alexis, a los 14, 21 y 31 días. El segundo día se efectúa una resonancia magnética, que se repite en la jornada 32 de recuperación. A partir del cuarto día tras la lesión, ya se entra en la segunda fase de la recuperación. La mayor novedad en ese momento es el inicio de ejercicios isométricos, siendo el umbral de dolor quien dictamine el número de series, tiempo de contracción muscular y diferentes amplitudes. Asimismo, se inician los estiramientos activos y el trabajo cardiovascular en piscina.
Desde el séptimo día se van incorporando nuevas pautas y ejercicios para la recuperación completa, tanto desde el punto de vista muscular (trabajo isométrico, después concéntrico y finalmente excéntrico), como propioceptivo, cardiovascular, de flexibilidad y coordinativo. Las siguientes fases evolucionan sobre esta tipología de esfuerzos hasta alcanzar el alta médica y, a continuación, el alta deportiva.
por Marti Perarnau
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