viernes, 30 de enero de 2009

BELLVITGE - RCD ESPANYOL, UN PARTIDO ESPECIAL


Para un perico consumado como yo, sufridor y pringao como suelo decir, que desde que tiene uso de razón ha mamado españolismo por los cuatro costados, este partido es especial, por muchas razones, como entrenador siempre gusta jugar este tipo de partidos, sabes a lo que te expones, a que te goleen y a dar una imagen de querer y no poder incluso de no saber, pero da igual, siempre lo planteas con las máximas ilusiones y con un extra de motivación y en mi caso pues mas todavía.
Siempre sueñas en jugar ante el Espanyol el equipo que quieres y con el que sufres todos los domingos, pero ahora estoy en la Uni, equipo que me acoge con los brazos abiertos, equipo con el que trabajo todos los días dándolo todo e intentando hacer lo mejor posible, tengo amigos y compañeros que me comentan esta semana que corazón dividido, ni mucho menos mi corazón y mi cabeza solo piensa en como ganar al Espanyol, al equipo de toda tu vida, porque a día de hoy y por " desgracia " mía tengo otro equipo que sera para toda mi vida la Uni, he conseguido mis metas como entrenador, he conseguido poder enfrentarme en una categoría alta, la máxima diría yo que puedo llegar a enfrentarme a ellos, y voy a conseguir este sábado ganarles, porque eso es lo que quiero y eso es lo que tengo en la cabeza.
Sera un día especial si, pero lo voy a disfrutar al máximo, y espero que mis chavales apliquen un poco todo lo dicho esta semana, que se motiven que se relajen y sobre todo que disfruten que corran y trabajen y estoy seguro que estarán a la altura del partido, que ya es mucho,
ENDAVANT UNI, TODOS SOMOS UNI

lunes, 26 de enero de 2009

HISTORIAS DE LONDRES 7. UN ASUNTO GRAVE

Craven Cottage

Otro club blanco (con franjas negras en la camiseta), antiguo y desafortunado, es el Fulham, nacido en 1879 por iniciativa del vicario de la parroquia de St. Andrews. Su estadio, Craven Cottage, está en una zona espléndida, al final de King’s Road, junto al Támesis, donde se unen Fulham y Chelsea. El Fulham es un club salido de la nada que escala con tesón las más altas cimas de la miseria, a fuerza de errores y mala suerte. Se equivocaron al elegir terreno de juego, como se verá más adelante, al hablar del Chelsea, y han protagonizado patinazos memorables, como el de 1968, cuando descendieron de la Primera a la Segunda División. La directiva anunció, cargada de soberbia, que las banderas que adornaban la tribuna del río seguirían siendo las de los clubes de Primera. “No vamos a comprar las banderas de los equipos de Segunda para usarlas sólo un año”, dijeron en la presentación de la temporada. En efecto, no hubiera valido la pena: al año siguiente estaban en Tercera. El Fulham se ha especializado en perder de forma dramática partidos de promoción para el ascenso. La adquisición del club por los Al Fayed, dueños de los almacenes Harrods y frustada familia política de la princesa Diana, ha reanimado las esperanzas de la institución más infeliz del oeste de Londres.
Si el Fulham soporta calamidades en el suroeste, el pupas del noroeste es el Queens Park Rangers, más conocido como QPR. Fundado en 1886 como fusión de los equipos de dos escuelas religiosas, sufrió la primera desgracia en 1908, cuando pidió el ingreso en la liga nacional tras quedar primero en la liga del sur. Los Spurs hicieron con el QPR lo mismo que el Arsenal había hecho con ellos: maniobraron en los despachos y consiguieron para sí el ascenso a la competición de toda Inglaterra, a pesar de haber quedado quintos y a mucha distancia de los rangers en la liga del sur. Desde entonces, la curiosa camiseta a rayas horizontales azules y blancas no ha conseguido ningún éxito.
por Enric González

martes, 20 de enero de 2009

RCD ESPANYOL EN CRISIS

No puedo evitarlo tengo que decir la mia, SE VEIA VENIR, no se acierta en practicamente ninguna decisión que se toma, y ahora otro cambio de entrenador, esto tiene cada vez peor pinta, el desastre de Malaga es de ordago, se pueden buscar muchas excusas pero el equipo de momento no es eso un equipo ni dentro ni fuera del campo, hay jugadores que estan por estar y no estan por la labor del equipo y estan mas pendientes o de su futuro o de cosas extradeportivas.
Desde aqui ya hace tiempo se viene denunciando la mala planificación no solo de esta si no de la anterior temporada tanto en politica de fichajes como en el de bajas, y ahora somos un equipo sin rumbo a la deriva sin patron y con la tripulación saltando del barco a estas alturas.
Desde aqui reclamo sensatez y mano dura y firme en todas las decisiones.


Para mi Mauricio Pochettino desde que piso por primera vez la casa perica lo sigo, es como Lauridsen un jugador que deja huella, tengo mucha admiración por el como jugador y como persona, y espero que tenga suerte en la patata caliente que le ha tocado llevar, es conocedor de la casa y conoce a las vacas sagradas del vestuario, a esas vacas sagradas que llevan tiempo escondidas y que deberian de haber dicho ya la suya, el echo de poner a Pochettino como entrenador reafirma mas la tesis de que el problema no es deportivo si no de vestuario y de APTITUD Y COMPROMISO.
MUCHA MIERDA POCHE, los sufridores pericos no te daran la espalda ni a ti ni al equipo espero que ellos respondan igual.

sábado, 10 de enero de 2009

HISTORIAS DE LONDRES 6. UN ASUNTO GRAVE

Volvamos a los Spurs, los enemigos de los gooners. Nacieron en 1882 como Hotspur FC, como resultado de la fusión entre un club de críquet local y el equipo de fútbol de la escuela del barrio, cuyos alumnos eran mayoritariamente judíos. El color original era el azul marino, pero en 1899 se optó por la camiseta blanca, que dio origen al apodo de lillywhites, lírios blancos. Antes, en 1884, ya se había cambiado el nombre por el de Tottenham Hotspur. Y se había jugado, en 1887, el primer encuentro contra el Arsenal, abandonado “por falta de luz” a 15 minutos del final, cuando los Spurs dominaban por 2 a 1: la victoria de los blancos no pudo inscribirse en los anales.


Los Spurs, el club al que supuestamente deben pertenecer los judíos londinenses, tienen un bonito estadio –con una grada poco gritona y con tendencia a aplaudir o abuchear como si asistiera a una representación teatral universitaria- con un bonito nombre (White Hart Lane, Callejuela del Ciervo Blanco) y un bonito historial. Pero, pese a las inversiones de su dueño, el áspero Alan Sugar, creador de los hace tiempo muy populares ordenadores Armstrad, llevan años quedándose a las puertas del éxito.
por Enric González

viernes, 9 de enero de 2009

HISTORIAS DE LONDRES 5.UN ASUNTO GRAVE


Esa trampa (ver post anterior) fue el punto de partida de unos años prodigiosos para los gooners. En 1925 pusieron un anuncio en la prensa para buscar un entrenador y encontraron a un tal Herbert Chapman, que resultó ser el inventor del fútbol moderno. Hasta entonces, delanteros y defensas se amontonaban junto a las porterías, y el centro del campo era un desierto que se cruzaba a pelotazos. Chapman puso números en las camisetas e ideó la defensa en línea, con el resultado de que los delanteros se quedaron solos junto al portero y los árbitros tuvieron que aprenderse la regla del fuera de juego. Por aquellos días, el tren de vapor que transportaba a Londres a los equipos rivales del Arsenal emitía un pitido especial a su entrada en la estación de Charing Cross, para señalar que, incluso antes de apearse del ferrocarril, estaban ya en offside. El prestigio de los gooners se vio reforzado por otra victoria en los despachos: la estación de metro contigua a Highbury cambió su nombre de Gillespie Road por el de Arsenal. Una aportación adicional de Chapman, que resultó ser un dandy, se produjo en 1933, justo antes de un encuentro con el Liverpool. Ambos equipos vestían de rojo, y Chapman decidió que sus jugadores mantuvieran el rojo de sus camisetas, pero con mangas blancas. “Es más distinguido”, opinó.


Pese a sus muchos seguidores, su prestigio y su distinción, el Arsenal (su gente le llama The Arsenal, con artículo) se ha caracterizado hasta muy recientemente por jugar el fútbol que se considera típicamente inglés, el patadón adelante, la carrera y la melée en el barrizal del área, con el añadido de ser cicatero con los goles. El grito de guerra en Highbury sigue siendo aún hoy One nil to The Arsenal (uno a cero para el Arsenal), al margen de lamentable frases racistas y antisemitas. Personalmente, no sufro cuando el Arsenal pierde.

por Enric González

jueves, 8 de enero de 2009

HISTORIAS DE LONDRES 4,UN ASUNTO GRAVE


El Arsenal nació, como el Palace y el West Ham, en unos talleres, los de Woolwich Arsenal, donde se fabricaban piezas de fundición para el ejército. La llegada de dos buenos futbolistas del Nottingham Forest, Beardsley y Bates, a la fábrica del norte de Londres, en 1886, fue el elemento decisivo para que 15 obreros del arsenal crearan un club. Decidieron llamarle el Dial Square, pero tras unos cuantos partidos el nombre les pareció poco viril y lo cambiaron por el de Royal Arsenal, una combinación del barrio (Royal Oak) y de la fábrica (Woolwich Arsenal). Las camisetas, como en el caso del Palace, fueron prestadas, en este caso por el Nottingham Forest, y por esa razón el Arsenal adoptó el color rojo. El campo de Hihgbury fue alquilado y después adquirido a un colegio religioso (que les prohibió por contrato tocar un balón en Viernes Santo o Navidad) y doce años más tarde, en 1925, nivelado ante las protestas de los rivales: el gol sur estaba cinco metros más alto que el gol norte.
Antes que el Arsenal había nacido en el norte de Londres, en 1882, otro club, el llamado Hotspur (espuela caliente), que captó enseguida el interés de la gran comunidad judía de Golders Green. Luego hablaremos más extensamente de los Spurs. La rivalidad entre ambos equipos de la zona norte se convirtió en enemistad eterna en 1919, por una cacicada de los llamados gunners o, en castizo, gooners, en referencia a las armas que fabricaba el arsenal. La dirección de la Liga inglesa decidió ampliar de 20 a 22 el número de equipos en Primera División, y la solución obvia era que ascendieran los dos mejores clasificados de Segunda, como de costumbre, sin que esa temporada descendiera nadie. Dos clubes de Londres, el Chelsea y el ya llamado Tottenham Hotspur, eran los últimos de Primera. Ese año, sin embargo, Liverpool y Manchester United habían amañado su partido para perjudicar al Chelsea, por lo que se decidió dejar de lado las clasificaciones. El dueño del Liverpool era a la vez presidente de la Liga y, cosas de la vida, íntimo amigo del entrenador del Arsenal, que había terminado quinto en Segunda División; el hombre del Liverpool amañó una votación entre los representantes de los clubes, tras la que el Arsenal se vio ascendido a Primera y los Spurs descendidos a Segunda. Vergüenza eterna.
por Enric González

miércoles, 7 de enero de 2009

CATEDRALES PAGANAS


Si el fútbol es la nueva religión pagana, según la inolvidable cita de Manuel Vázquez Montalbán, sus estadios deberían acreditarse como las nuevas catedrales contemporáneas. Como en la arquitectura religiosa, los estadios han atravesado todas las épocas hasta convertirse en aparatosos signos de la modernidad y de la trascendencia de un deporte que ya no lo es. Hace tiempo que el fútbol ha traspasado la frontera del juego y sus consecuencias. Ya no es el misterioso deporte que se juega con los pies, ni el generador de pasiones incontenibles, ni el refugio ocioso de la clase obrera, ni tan siquiera la bandera de una pequeña comunidad adscrita a sus colores. El fútbol es la representación de casi todas las cosas imaginables, una especie de universo paralelo donde se desarrollan todas las actividades posibles. Es deporte, política, negocio, tecnología, medicina, arte, violencia, fraude, emoción, pensamiento, belleza y fealdad. Se ha escapado de sus límites porque nada le ha contenido desde su nacimiento. El juego que idearon los privilegiados estudiantes de Eton, fue abrazado como suyo por los obreros que comenzaban a disfrutar de sus primeras horas libres en las tardes de los sábados. Desde ahí, su imparable crecimiento le ha llevado a una posición que hasta los norteamericanos quieren comprender. El fútbol se ha convertido en el símbolo de nuestro tiempo, para lo bueno y para lo malo.
Aunque los intelectuales se resistieron durante mucho tiempo a la evidencia de su importancia social, desdén inexplicable porque no se puede vivir de espaldas a lo que es fundamental para la gente, la certeza de la trascendencia del fútbol ya no admite dudas. Puesto que es uno de los grandes símbolos de nuestro tiempo, requiere de la simbología que lo identifique como religión universal. Los estadios hacen ese trabajo. Lo hicieron con modestia en los primeros años del siglo XX, en recintos sin pretensiones que sólo pretendían acoger a las pequeñas comunidades: una ciudad o un barrio. En estos lugares se jugó hasta que el fútbol dio noticias de lo que sería la globalidad. También fue pionero en esto. Cuando el fútbol traspasó el barrio y las ciudades, y después los países, y los continentes, cuando en un pueblo de Uganda se puede ver a un niño con la camiseta del Barça o del Madrid, cuando una antena parabólica capta en la selva amazónica los partidos de Old Trafford o San Siro, entonces no hay manera de disimular que el fútbol es más que fútbol.
La Copa del Mundo comienza el viernes en Múnich, en un estadio que impresiona desde fuera como sólo lo pueden hacer las construcciones destinadas a definir una época. Con su forma de colchón flotante, el estadio es la consagración del nuevo interés de la arquitectura por el deporte, y especialmente por el fútbol. En el mejor de los casos, los estadios habían sido recintos funcionales, con algunos toques distintivos en ocasiones. El arco de San Mamés pertenece a esa categoría creativa. Hay otros pocos y viejos estadios que añaden brillantes toques arquitectónicos, pero su tiempo ha pasado. En esos estadios adorados por los aficionados, no hay sitio para la comodidad, ni para la tecnología, ni para la seguridad. San Mamés es el viejo fútbol, privado de las adherencias que lo han convertido en un fenómeno abrumador. El estadio de Múnich, diseñado por los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron -autores, entre otros proyectos, de la Tate Modern de Londres- escenifica el triunfo de un nuevo modelo, donde la vanguardia artística se implica en el negocio. No es sorprendente que en el mundo fenicio donde se mueve el fútbol actual, el estadio se vea privado de su nombre durante un mes. Allianz, la compañía de seguros que adquirió los derechos para registrar su nombre en el estadio durante 30 años, no podrá utilizarlos en los próximos 30 días. Durante este plazo, la FIFA dispone en exclusiva de esos derechos. Eso es el fútbol en estos días, un inmenso escenario, fundamentalmente económico, que requiere templos a su medida, donde los arquitectos más prestigiosos compiten en una carrera que no siempre produce resultados satisfactorios. Es más, la mayoría de las veces apunta hacia un horizonte excesivo en las formas y vacío en el fondo. Será la señal del fin de otro imperio. El del fútbol.


por Santiago Segurola

martes, 6 de enero de 2009

KAMENI SE ENCARA CON UN AFICIONADO

El portero del Espanyol, Carlos Kameni, se encaró al término del entrenamiento con un aficionado del equipo catalán que previamente le había aconsejado no renovar su contrato e incluso llegó a amenazarlo, según relató el seguidor del Espanyol
Cuando aún una parte de sus compañeros se ejercitaba en la ciudad deportiva de Sant Adrià del Besós, dos aficionados, de unos 30 y 70 años aproximadamente, increparon a Kameni, recordándole que su contrato vence en junio de 2009. "No hace falta que renueves", le reprocharon en alusión al error del portero camerunés en el empate del Espanyol ante el Athletic.
Nervioso, Kameni abandonó el césped de entrenamiento y se dirigió a los dos aficionados. Al más joven le agarró por la pechera y le pidió respeto: "¡Soy un profesional, respeta mi trabajo, respétame!", le dijo. Según el aficionado, incluso llegó a espetarle "¿Qué pasa, quieres morir?".
Sus compañeros Luis García y Sergio Sánchez intentaron separar y calmar al portero, que minutos después se dirigió con normalidad a los vestuarios. Pese a la insistencia de los medios de comunicación, Kameni declinó realizar declaraciones, aunque abandonó la ciudad deportiva firmando autógrafos a otros aficionados y visiblemente más tranquilo.
Su compañero Sergio Sánchez, encargado de comparecer en rueda de prensa ante los medios de comunicación, justificó la actitud de Kameni apelando a la "fuerte presión" que vive el equipo. "Es humano, creo que su comportamiento ha sido correcto y probablemente yo hubiera hecho lo mismo", añadió Sergio Sánchez.
extraido del diario Sport





Me parece lamentable que un jugador profesional se encare de esa manera con un aficionado, este jugador se debe al club y a sus aficionados y si no puede aguantar la presión que se quede en su casa sin cobrar, presión la que tenemos los socios del Espanyol cada año por culpa de jugadores " profesionales " que luego dejan tirados en la estacada a esa camiseta que tanto dicen defender, sr. Sergio Sanchez que sabra usted lo que es estar en las duras y las maduras, LAMENTABLE comentario para defender a su compañero, dediquense a jugar y JUSTIFICAR ESOS SUELDOS QUE COBRAN, que estan jugando con la ilusión de muchos socios y simpatizantes del ESPANYOL.

domingo, 4 de enero de 2009

HUMILLANTE

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