En 1870, durante la inaguración del Stanley Park, el alcalde de Liverpool proclamó que ese lugar sería el “parque del pueblo”. Era una época de lucha de las clases trabajadoras para conseguir librar los sábados por la tarde. Muchos de los que conseguían ese privilegio comenzaban a dedicar ese tiempo libre a ver espectáculos deportivos, y Stanley Park dedicó 60 de sus 100 hectáreas a terrenos para la práctica del deporte y fue la semilla para que Liverpool se convirtiera en una de las ciudades más importantes del mundo del fútbol.
Con el cricket como deporte nacional, no fue hasta 1878 cuando se crearon los primeros clubes de fútbol. El más notable era el Saint Domingo, creado en el seno de la Iglesia metodista local y que en 1879 cambiaría su nombre a Everton Football Club. El Everton jugó su primer partido en Stanley Park el 21 de diciembre de 1879 contra otra Iglesia local y desde ese momento el número de espectadores que acudían a sus partidos no dejó de crecer.
El creciente número de espectadores comenzó a ser problemático y en 1882 el Everton fue obligado a dejar de jugar en los campos públicos de Stanley Park y se transladó a un campo en Priory Road. Sin embargo, dos años después el dueño del terreno obligó al Everton a mudarse otra vez, en esta ocasión a un terreno en Anfield Road, en la parte sur del Stanley Park, con la ayuda del empresario local John Houlding.
El primer partido en Anfield fue un Everton-Earlstown jugado el 28 de septiembre de 1884 y que terminó con un resultado de 5-0. El Everton invirtió en la construcción de gradas en Anfield, que llegó a tener una capacidad de 8.000 espectadores. Sin embargo, las pretensiones del propietario del terreno y de John Houlding llevaron a que en 1892 el Everton se mudara otra vez y cruzara otra vez Stanley Park para comprar los terrenos de Goodison Park.
John Houlding, que se encontró en ese momento con un estadio sin equipo, decidió entonces fundar un club que llamó Liverpool Football Club. El 1 de septiembre de 1892 el Liverpool jugó su primer partido en Anfield, un amistoso contra el Rotherham, en el que ganó por 7-1 ante un pequeño grupo de espectadores (mientras el Everton inauguraba su nuevo estadio el mismo día ante más de diez mil personas).
Lo que ni el mismo John Houlding esperaba era que el Liverpool FC se convirtiera con el paso del tiempo en el club más laureado de Inglaterra y uno de los más importantes de Europa. Y Anfield, testigo de todas las hazañas de los Reds, está lleno de tributos a sus héroes. Las entradas al recinto reciben el nombre de Paisley Gates y Shankly Gates, en honor de Bob Paisley (manager del equipo entre 1974 y 1983 y ganador de seis ligas y tres Copas de Europa) y Bill Shankly (manager entre 1959 y 1974). La puerta dedicada a este último está marcada por el famoso "You´ll never walk alone " , uno de los himnos más conocidos del mundo del fútbol.
No es la puerta el único tributo a Shankly: una estatua de bronce se encuentra en la entrada de la tienda oficial del Liverpool y el Boot Room (el lugar en el que Shankly, Paisley y el resto de técnicos se reunían para hablar de fútbol) sigue siendo un lugar de culto en el que el actual entrenador, Rafa Benítez, recibe a los técnicos visitantes. Pero uno de los mayores símbolos de este estadio es también un legado suyo: el famoso cartel de “This is Anfield” bajo el que los jugadores deben pasar para llegar al terreno de juego. En palabras del propio Shankly el objetivo de ese cartel es “recordar a nuestros jugadores en qué equipo juegan… y recordar a nuestros rivales contra quién juegan“.
Otro de los monumentos que rodean al estadio es el Hillsborough Memorial ,construído en recuerdo de las víctimas de la tragedia del estadio de Hillsborough (Sheffield), ocurrida en 1989 y en la que murieron 96 hinchas del Liverpool (el más joven de aquellos hinchas, John-Paul Gilhooley, tenía tan solo 10 años y era e primo mayor del actual capitan de los Redsl, Steven Gerrard). Hinchas locales y visitantes suelen dejar sus bufandas en este monumento como señal de respeto a las víctimas.
Anfield está compuesto de cuatro gradas: la grada principal (Main Stand, la primera del estadio, construída originalmente en 1895 y remodelada en los años 70), la grada del Centenario (construída en los años 60 pero reinaugurada en 1992 con el doble de capacidad después de que el Liverpool comprara y demoliera todas las casas de la colindante Kemlyn Road), la grada de Anfield Road (con un espacio reservado para los aficionados visitantes) y la famosa Spion Kop, más conocida como The Kop.
El nombre de Spion Kop proviene de una colina situada en la provincia de Natal (Sudáfrica), en la que el ejército británico disputó una dura batalla durante la Segunda Guerra de los Bóer en el año 1900 y en la que sufrió más de mil bajas. Anfield no es el único estadio inglés con ese nombre para una de las gradas, pero sin duda “The Kop” (que recientemente celebró su centenario) es la más famosa y la que más anima a su equipo, con himnos ya clasicos además del citado “You’ll never walk alone“.
Pero el paso del tiempo puede incluso con estadios tan míticos como Anfield, y la imposibilidad de ampliar y modernizar adecuadamente el estadio van a requerir que el Liverpool, como hace poco hiciera el Arsenal dejando Highbury , tenga que dejar su legendario estadio. El nuevo estadio, llamado provisionalmente New Anfield aunque se barajan ya nombres como Adidas Arena, estará también en Stanley Park, contará con 60.000 localidades de asiento y cumplirá con todas las normativas UEFA que le permitirán albergar partidos como la final de la Champions League (el actual Anfield solo tiene cuatro estrellas). La reciente compra del Liverpool por los millonarios americanos George N. Gillett y Tom Hicks permitirá al club realizar una inversión estimada en unos 160 millones de libras y está previsto que las obras se inicien durante el próximo mes de abril y finalicen en agosto de 2009.
Cuando se realice el traslado, las gradas del actual estadio de Anfield serán demolidas, pero en lugar de realizar una potencialmente espectacular operación inmobiliaria el Liverpool mantendrá el terreno de juego como un lugar de recuerdo para todos los aficionados, incluidos los familiares y amigos de los muchos aficionados fallecidos cuyas cenizas fueron esparcidas por su venerado césped de Anfield.
En ese momento, tanto este seguramente impresionante memorial, como el New Anfield como el Goodison Park del Everton formarán un triángulo mágico en torno a Stanley Park, la cuna del fútbol en Liverpool y por lo tanto en el mundo entero.
en diarios de fútbol